Opinión

El fútbol y la moda

En este proceloso mundo de la creación artística y la moda  en el que los que tenemos una edad solemos  ser conscientes de que lo único que sabemos es que no sabemos nada, acabo de toparme con la más reciente e impactante tendencia que consiste en incorporar los atuendos de fútbol al más sofisticado y exclusivo punto de la vestimenta femenina. Ya no se trata de ponerse el uniforme de tu equipo favorito para ir a ver el partido al estadio, dirigirte a la playa o al chiringuito,  o sentarse delante de la tele, sino  tomar las elásticas de los equipos punteros y convertirlas en un elemento fashion a tope, con diseños exclusivos firmados por las estrellas del gremio en prendas y complementos capaces de combinarse con otros artículos,  para completar los atuendos más sofisticados en las citas con mayor glamur. He visto por ejemplo la foto de una poderosa influencer que combina la camiseta azul y negra del Inter de Milán con un abrigo de visón, o a una modelo de alta costura vistiendo sobre un atuendo negro de lentejuelas la camiseta del Manchester United rediseñada por Louis Buitton, estampas que particularmente considero en conjunto verdaderos adefesios, aunque no es mi opinión la que vale sobre todo teniendo en cuenta que esta costumbre de mezclar prendas carísimas con los colores de los equipos más en boga del planeta arrasa en el universo donde habita la élite mundial. Yo, madridista perdido como casi todo el mundo sabe, prefiero que la del Real Madrid mi equipo, no ande por ahí compartiendo cámara con shorts de lentejuelas y estolas de leopardo sino sobre las costillas de Modric, Vinicius, David Alaba o Jude Bellingham que es donde debe estar, pero soy también consciente de que lo que yo opine se le da una figa al mundo mundial, aunque lo de los Stones y el Barça del otro día fuera una absurda carnavalada que salió por la culata.
Tengo un amigo, -o más que amigo un hermano- que lee mis columnas y me aconseja que no me pase el día confesando que ya estoy pasado de moda, pero ante este tipo de escenarios no tengo más remedio que reconocerme claramente superado. Lo que para mí a estas alturas de mi vida resulta un conglomerado de absurdos cuando no una situación anti natura, a otros –habitualmente mucho más jóvenes- les parece normal e incluso lo más excitante a lo que se puede aspirar. Así que, toca aguantarse.

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