Entre los cientos de locales libre que hay en Vigo -miles contando los bajos comerciales sin ocupar en los edificios- el PP ha tenido que elegir como su nueva sede la que fue oficina central del PSOE. Ignoro si la dirección local de los populares fueron conscientes de ese "detalle" o si no lo tuvieron en cuenta o lo pasaron por alto. Es posible que Elena Muñoz ni siquiera lo supiera: su llegada a la política es reciente. Es cierto que el espacio está renovado por completo pero todavía resulta reconocible el balcón y el mástil que durante años sirvió para colocar la bandera socialista. En realidad, queda mucho. En aquella delegación recibía a los visitantes el hoy alcalde cuando despachaba como diputado en el Congreso. En esas mismas salas se fraguó el golpe de estado contra Carlos Príncipe aprobado por Pérez Touriño y alimentado por el candidato Pérez Mariño, diputado, juez, abogado y efímero alcalde, hoy esposo de diputada socialista, antes jueza y abogada. Ahí hubo primarias y asambleas encendidas, cuando el partido socialista estaba dividido orgánicamente en tres territorios autónomos y a menudo enemistados dentro de la propia ciudad. Viéndolo en perspectiva la unificación de las tres agrupaciones, lógica, fue quizá lo que precipitó lo que vino después, una batalla interna en la que como en Los Inmortales sólo podía quedar uno. Y así fue.
PD. Más allá de que el autor de "La playa de los ahogados" no hubiera quedado muy contento con la película y de los errores en las pronunciaciones -Panchón por Panxón- el film al menos presenta un Vigo moderno y no la clásica visión "underground" de una ciudad en crisis.
