Hace justamente un año, en febrero de 2023, fallecía Ceferino de Blas, designado en 2017 cronista oficial de Vigo tras tomar el relevo del inolvidable Lalo Vázquez Gil. Desde entonces la plaza está vacante sin ningún motivo aparente. Así que Vigo no tiene quién le escriba. Incluso ha ejercido de forma accidental un amigo, el párroco Alberto Cuevas, que con seguridad podría desempeñar perfectamente la función: oficio y conocimiento tiene de sobra. Aunque hay muchos más, por ejemplo el presidente del Instituto de Estudios Vigueses, Xoán Carlos Abad, o los periodistas Jorge Lamas o Eduardo Rolland, que han escrito kilómetros sobre la historia e historias de Vigo. Hay banquillo.
Lalo Vázquez Gil fue quien mejor representó el cargo y lo dignificó durante un cuarto de siglo, con docenas de publicaciones y una memoria prodigiosa para recordar prácticamente todo de esta ciudad desde su fundación como vicus romano. No había dato que se les escapara.
Además de todo ello, que era lo importante, y de una simpatía contagiosa, Lalo contaba con tres características que le convertían en un personaje singular. La primera, que era la única persona en cuyo DNI figuraba como nacido en Vigo cuando en realidad había llegado al mundo en Cotobade. La segunda, que era el padre de Bernardo de The Refrescos, el autor de la canción del verano más famosa, “Aquí no hay playa”, a la altura de “Eva María”, “La Flaca” o “Aserejé”. Y la tercera, que estaba convencido de haber encontrado el elixir de la inmortalidad en el consumo diario de una dosis precisa de manganeso. Lo cierto es que con 70 años parecía tener 20 menos. Pero al final, incluso al bueno de Lalo le llegó la parca…
