Fue el de ayer el último acto del inédito pacto municipal PP-PSOE? En teoría así debería ser. El acuerdo de los presupuestos contemplaba entre sus cláusulas la aprobación de las ordenanzas fiscales para 2015 en los términos fijados por el Partido Popular, es decir, bajando tres impuestos y congelando –de verdad, no como en el pasado que subían el IPC- el resto. Tras el visto bueno hace unos meses a las cuentas de 2014 y ayer a las tasas y precios para el siguiente ejercicio, se diría que todo ha terminado. ¿Es así? Quizá no. La geometría política variable en la que se ha embarcado el capitán Abel Caballero (AC) puede acabar embarcando una tripulación inesperada.
Ya lo ha sido –un caso único en el mundo- que la segunda fuerza electoral haya conseguido el poder local gracias a la tercera y aprobado el presupuesto con la primera tras romper con sus aliados en un divorcio contencioso. Y ahora hay elecciones municipales a la vista, donde muy bien AC podría enfrentarse con Chema Figueroa, que cuenta con las organizaciones local y provincial detrás. Y a partir de ahí, política-ficción, una vez que en las municipales de mayo habrá nuevos protagonistas, algunos inesperados. Llega Podemos, que en su primera cita con las urnas ha estado a punto de colocarse como tercera fuerza en Vigo y ahora aspira a superar incluso al PSOE. Y AGE, que en las autonómicas barrió al BNG y restó apoyos al PSOE. Y quizá alguna de las listas independientes que se fraguan con esperanzas de resultar claves como Leri y Soto hicieron en el pasado.
Todo ello puede dar como resultado un puzle singular. AC está convencido -así lo dice en toda reunión privada- de que logrará mayoría absoluta en mayo. Pero en las europeas fue el PP primera fuerza. Continuará...
