Opinión

Yo tengo un sueño

Es el nombre del discurso más famoso de Martin Luther King Jr., cuando habló de su deseo de un futuro en el cual la gente de tez negra y blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Este discurso, pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha a Washington por el trabajo y la libertad, fue un momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos.
 Cuatro años mas tarde, en Memphis, fue asesinado cuando asistía a una cena informal de amigos. Pero la lucha por esa libertad había comenzado. Recuerdo durante mi infancia en los años 50 del siglo pasado, cuando mis padres se marcharon de Argentina a Uruguay por culpa del acoso peronista, que fui supuestamente introducido a una sociedad que incluía varios uruguayos de raza negra. Era la época de Obdulio Varela, el famoso futbolista que llego a representar la selección nacional en mas de cuarenta ocasiones. Además, era muy común ver a negros paseado por la ciudad de Montevideo o bañándose en las playas durante el verano. Luego, cuando ingresé en la escuela de ingeniería del Cable Ingles en Cornualles había varios estudiantes negros, especialmente de África y el Caribe, incluido Cuba y a lo largo de mi carrera hasta tuve un jefe negro en USA, encantador que en una ocasión me invitó, con mi mujer, a una barbacoa en su casa donde conocí a su familia. 
Mas tarde, como Director Internacional de Europa, mi secretaria en Washington era negra, una vez más, encantadora. Pero volvamos a la historia y el presente, nunca mejor representado por las varias películas, productos de la maquinaria de Hollywood que en varias ocasiones han dado en el clavo del problema racial que sigue igual de vivo como hizo hace décadas e incluso siglos. Quizás la mas importante fue la producción en 1988, ‘Arde Mississippi’, que, basado en hechos reales presenta el nivel de odio que existía en los años 60, especialmente en el estado de Mississippi que aún seguían con una política racista incluyendo la autorización del famoso Ku Klux Klan, asociación especializada en perseguir a negros e incluso a asesinarlos. 
Pero lo mas importante de la película era resaltar el problema de las leyes estatales versus las federales. Cuando fueron finalmente condenados los personajes ficticios bajo leyes de Mississippi la máxima condena era de 10 años. Otras películas, tanto anteriores como posteriores usaron los mismos argumentos para mantener vivo la realidad del racismo, aunque una en particular trato de resumir la historia y lanzar un mensaje al mundo de la maldad existente del acoso a la raza negra en los países civilizados tanto en USA como en Europa. Me refiero a la deliciosa película ‘El Mayordomo’, del año 2013 protagonizada por el ganador de un Oscar, Forest Whitaker, que cuenta la historia de un mayordomo negro que sirve en la Casa Blanca durante el mandato de nada menos que 7 presidentes hasta llegar al de Barack Obama, el primer presidente negro de USA de la historia. Cuando fue elegido, el mundo entero creyó que por fin se había acabado el horror del racismo. Incluso era aceptado las relaciones de pareja entre los negros y los blancos. Desgraciadamente un incidente en Minnesota en mayo del 2020, en donde un policía blanco asesinaba a un negro arrestado literalmente asfixiándolo con su rodilla apretando su garganta mientras éste estaba tendido en el suelo. Finalmente, el racismo ha llegado a España. El incidente durante el partido de Liga de futbol entre el Valencia y Cádiz. La humanidad no aprende. Hemos regresado a la era del ‘odio’. 

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