Opinión

Nuevas sorpresas

Uno despierta por la mañana, lo primero que pasa por la mente es si la pesadilla del horror del COVID-19 se ha acabado solo para darse cuenta de que no fue un sueño. No solo que sigue pero que continua con más sobresaltos. Además de las cifras catastróficas con el aumento interminable de víctimas en todo el mundo, sigue con más y más sorpresas de todo tipo. La esperanza humana de que acabe de una vez existe. La carrera interminable de encontrar la solución a base de una o varias vacunas, como ha ocurrido con otras enfermedades del pasado sería el milagro universal para dejar como legado a las futuras generaciones humanas. 
Pero el propósito de este artículo no va por ese camino. Vuelvo nuevamente a la continuada estupidez del Brexit, la tozudez del gobierno británico en no haber demorado el divorcio hasta nuevo aviso e informar de dos nuevos problemas que siguen apareciendo y aumentando a la lista inagotable de ‘obstáculos’ para ambos lados de la frontera entre Inglaterra y Europa. Resulta que un gran número de los artistas de la música, tanto pop como clásicos más famosos de Gran Bretaña han ‘bombardeado’ al gobierno de su Majestad por descubrir el ‘gran agujero’ que ha aparecido si desean atender a los programas de conciertos en toda Europa. 
Resulta que el acuerdo del divorcio, que estipula la suspensión del libre movimiento de personas con la necesidad de los visados necesarios para cualquier actividad de lucro se había olvidado de este sector. Mas de 100 famosos, entre ellos personajes como Sting, Sir Elton John y el famoso conductor Sir Simon Rattle -director principal de la orquesta filarmónica de Berlín- han firmado una carta al periódico prestigioso del ‘Times’ en donde denuncian que ya no pueden más y que están al borde de la ruina. Solicitan urgentemente que el gobierno de Boris Johnson haga lo necesario resolviendo el papeleo y la burocracia para que puedan volver a viajar ‘libremente’ por Europa. Además, exigen que se les de la misma reciprocidad a todos los músicos europeos para actuar en el Reino Unido. Pasemos al segundo desastre. Volvemos al transporte, pero esta vez con más tiquismiquis de papeleo. El otro día le confiscaron el bocadillo a un camionero inglés cuando llegó a Holanda por el vetado de introducir artículos de consumo en la Unión Europea. Al pasar los días aumentan las demoras al tener que presentar documentación adicional que justifica todo tipo de pagos tanto de licencias de importación, IVA, código de barras sin olvidar de los papeles del camión y el conductor, léase seguros, carné de conducir y un largo etcétera.
 Todo significa demoras, las mercancías perecederas como frutas, verduras, congelados están a la merced del factor tiempo. Muchos empresarios que tienen una flota de camiones ya están en pie de guerra. Un francés ha comentado públicamente que es ‘un enorme lío’. Tres semanas después de la introducción de las formalidades bajo el Brexit se han hartado de la acumulación de ‘pegas’ además de la falta de preparación de los funcionarios en las aduanas británicas. Otro europeo comentó, ‘nos han exigido de todo. Declaraciones de los exportadores con insuficiente información, o con errores. Luego demoras en obtener los formularios. Un desastre.’ Otro se quejaba de que, al llegar al puerto de Francia, resulta que el 60% de la mercancía no podía entrar por falta de mas puñetero papeleo. Quizás el que mas dio en el clavo fue un administrativo que dijo que el servicio de aduanas en el Reino Unido estaba totalmente saturado y por eso no funciona. En fin, como siempre concluyo lo del Brexit…continuará.

Te puede interesar