Opinión

Deportes minoritarios

Me refiero, naturalmente a los deportes que no son el futbol. Desde lo más alto de los campeonatos mundiales profesionales hasta los más insignificantes de un barrio no hay parroquia en Europa que no dispone de un campo en donde se practique el dichoso balompié. Hay otros que le siguen de cerca pero a bastante distancia que es el baloncesto y en algunos países el rugby. Hablando de este último, fue triste leer que el patrocinador del rugby vigués, Blusens, después de 4 años ha renunciado al mismo y el equipo busca otro para seguir luchando en la liga española. Recuerdo cuando llegue a esta ciudad por primera vez con el Cable Ingles traté de fomentarlo sin éxito y más que nada por no encontrar un campo adecuado para poder practicarlo. 50 años más tarde solo hay un campo y está en las afueras de la ciudad. Pero hablemos de muchísimos otros deportes que si se practican como el tenis y el golf. 
Hay afición a ambos en Galicia pero una vez más necesitan de instalaciones adecuadas, generalmente privadas y los practicantes pertenecer a algún club como socio. El coste de juegos de palos o raquetas aumenta el desembolso personal. Existen otros deportes que son patrocinados por las autoridades, como son el ejemplo de la vela y el remo. Sumemos lo de traineras, carreras de atletismo, natación marina y naturalmente el ciclismo y aquí vemos como se vuelcan por ejemplo los ayuntamientos y las diputaciones permitiendo que participe la mayoría de la ciudadanía que este en buenas condiciones físicas aunque a muchos le cuesta llegar a la meta final. 
Pero cada uno de estos deportes mencionados tiene otra faceta que no es tan asequible al no ser que existan buenas instalaciones. Por ejemplo la cantidad de maratones dentro y fuera de la ciudad. Estos son considerados como atletismo pero si uno es un velocista de los 100 metros o experto en los saltos tanto de longitud como de pértiga es indispensable una pista, vestuarios y asesoramiento profesional para superar cada prueba. ¿Y volviendo a la natación? Vemos como compiten cientos de participantes en los campeonatos de la Ría que son de fondo y en el mar. Pero si uno quiere ser un Phelps está obligado una vez más a tener a su disposición una piscina olímpica similar a lo que hemos visto en Rio de Janeiro.  Lo mismo ocurre con el ciclismo. La vuelta de España fue un disfrute, y las varias carreras que se organizan en Galicia y en esta ciudad, más de lo mismo. ¿Pero y los campeonatos de velocidad en un velódromo? Nuevamente necesitan de una instalación adecuada mientras que los anteriores mencionados con cerrar algunas calles o carreteras, reordenar el tráfico y pagar horas extras a la policía: ‘¡Campeonato solucionado!’ Hace poco que se celebró el ‘Marisquiño’. Un éxito rotundo. Pero el deporte representado consistía en general de acrobacia con bicicleta y monopatín. Una vez más minoritarios. ¿Salvo el espacio delante del edificio de aduanas dónde están las instalaciones para decenas de chavales que navegan por la ciudad en monopatín? Lo de la bicicleta, estoy aún por saber en la Muy Leal donde está un parque adecuado para los acróbatas sobre dos ruedas. Al final del evento se desmonto todo el tinglado y a esperar hasta el año que viene. 
Por último está un deporte totalmente desconocido y gracias a una española no dejo de ser el tema del día durante las olimpiadas. Me refiero al bádminton. Carolina Marín consiguió batir a las mejores del mundo de Corea del Sur y la India para llevarse una de las medallas de oro para España. 

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