Opinión

La desmemoria de Sánchez y su PSOE de los crímenes de ETA

Uno de los fenómenos de comunicación de nuestro tiempo es la ya habitual naturalidad con que Pedro Sánchez miente, a sabiendas que él sabe que sabemos que miente, y que a eso le llama cambiar de opinión, pero como antes ha aludido a “sus principios” se debe concluir que lo que han cambiado, pues, son esos principios. Es ya cuestión manida. Y siempre tiene el coro leal que lo respalda y justifica haga lo que haga, al grito de “Contigo, Pedro”. Da lo mismo. El modo en que esta vez el PSOE rebasa las líneas rojas que, por aquellos principios, marcara el propio Sánchez (“Y los socialistas somos de fiar”, que dijera Carmen Calvo, remachando el “No es no y nunca es nunca”). Sánchez y su coro son maestros en lo que se llama “la estética de la mentira”. O sea, el arte de vestir de decencia la indecencia y reinterpretarse.
La entrega a Bildu, y sobre todo a la esfera de Sortu, la organización más cercana a ETA. de la alcaldía de Pamplona, con el añadido escénico de la ausencia de un edil del PSOE, debe observarse desde tres planos, aparte, pero incluida la boutade de la alcaldesa Cristina Ibarrola y su inadecuado comentario sobre el humilde empleo que nunca tendría, y por lo que debería pedir de modo más contundente públicas disculpas. En cuanto a los planos por los que el PSOE ayuda a convertir en alcalde a Joseba Asirón, hay que anotar algunas reflexiones. Ante todo, no quedó claro que el citado haya prometido la Constitución, paso obligado y en uso para acceder de ordinario a un cargo público. A lo que aludió fue a las normas municipales a las que propone ser fiel.
Desde una perspectiva global, como digo, aparte del asunto de fondo, esos tres planos principales parten del aspecto moral; es decir, lo que supone el apoyo explícito para sacar de la alcaldía a un partido plenamente constitucionalista y colocar a otro, con el que nunca se pactaría. Vieja patraña, pues como dice Arnaldo Otegui hace tiempo que vienen pactado, y en este caso, la entrega de Pamplona forma parte de un paquete global como precio o pago de los votos de Bildu para que Sánchez siga viajando en falcon a donde quiera, incluidos los actos de su partido, El segundo plano es el del efecto inmediato que se vio en la propia toma de posesión de Asirón. Se abre la ruta para otro gran objetivo, la integración plena de Navarra en el País Vasco, que sigue siendo objetivo final. Y dentro de ese pacto quedan aspectos esenciales, con independencia de la forma que se adopte, pero que Otegui tiene claro: la salida de la cárcel poco de sus ex camaradas de ETA que siguen en prisión y que se van redimiendo, gracias al gobierno del PNV en actividades diversas, como cursos de jardinería, dentro de los programas de reinserción social, que supone cambiar la pistola y el tiro en la nunca por la siembra de amapolas.
Lamentablemente, el acuerdo del partido que sigue usando las siglas PSOE con Bildu, recuerda las imágenes imborrables de los socialistas asesinados por ETA, la de los militantes del PP que corrieron la misma suerte y la de los Ertzaintzas asesinados a lo largo de la actividad de la organización terrorista, de la que conviene recordar que siguen impunes más de 300 crímenes y todos los estragos y otros delitos diversos. En cambio, ese partido democrático que es Bildu ha incluido en sus listas desde 2011 a casi un centenar de sujetos con antecedentes y condenas por terrorismo en el País Vasco y Navarra.

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