Pues, según el INE, así es… pero me permitodiscrepar y argumentar el porqué.
Efectivamente, en Galicia tenemos el porcentaje de viviendas vacías más amplio de todas las CCAA. Y nuestra provincia, Ourense, la que más de toda España. Pero en su informe decenal, el INE -que esta vez lo tuvo que realizar en plena pandemia- cambió los criterios del censo de viviendas vacías por ese motivo. Y empleó una metodología totalmente distinta, la cual, bajo mi criterio, ha llevado a error. Este nuevo baremo del INE en la catalogación de viviendas vacías es el que ha producido un incremento ficticio de un 70% (207.000 en total) en el número de viviendas vacías en la comparativa decenal. Llevando -según mi estimación y análisis- a error a las administraciones locales y autonómicas, y organismos de carácter privado.
Y es que viviendas vacías, según el INE, son aquellas que no tienen contrato de suministro eléctrico o cuyo consumo total registrado en el año precedente ha sido menor al que una vivienda media de ese mismo municipio tendría si se ocupara durante 15 días en todo el año. Y lo que entienden por viviendas con muy bajo consumo es cuando el consumo eléctrico va desde el umbral mínimo a los 250 Kwh, y correspondería con el consumo de una vivienda que estuviera ocupada durante un mes en el año.
Y voy con los datos para que lo tengamos más claro:
Viviendas vacías en Galicia y provincias, año 2011, según el INE y realizado de manera presencial :
Galicia: 299. 396; Pontevedra: 78.152; A Coruña: 120.069: Lugo: 45.239; Ourense: 55.936
Viviendas vacías según el INE en 2023 con la nueva metodología:
Galicia: 506.370 viviendas vacías; estimación viviendas vacías según Fegein: 359.479.
Datos provinciales:
Pontevedra: 123.417 viviendas vacías, según INE; 89.874, según Fegein. Ourense: 119.348 viviendas vacías, según INE; 72.716, según Fegein. Lugo: 100.441 viviendas vacías, según INE; 58.810, según Fegein. A Coruña: 163.164 viviendas vacías, según INE; 138.079, según Fegein.
Pues bien, una vez hecha la comparativa numérica, la conclusión es nítida: urge la movilización de las viviendas vacías que estén en buen estado o necesiten una leve reforma, para ponerlas en el mercado de arrendamiento para contribuir a estabilizar la oferta y demanda, y a la vez reducir los precios de una atomizada demanda, principalmente en las siete grandes ciudades de Galicia y sus áreas metropolitanas.
Únicamente el 1,5% de las viviendas vacías en los 313 ayuntamientos de Galicia se encuentran en el circuito de comercialización. Un dato muy preocupante porque las administraciones no están siendo capaces de movilizar la vivienda vacía en un contexto de ayudas económicas a la rehabilitación como nunca ha habido. Por lo que se necesita agilidad tanto en los trámites de planificación como de licencias de obra nueva, rehabilitación o reformas. Galicia y sus 313 concellos necesitan agilizar más los tiempos en el urbanismo para disminuir los largos e inadmisibles plazos urbanísticos. Los ayuntamientos van a tener que afrontar -ya lo están haciendo- un gran volumen de licencias para reformas y de rehabilitación en los próximos meses y no nos podemos permitir que la gestión de los proyectos quede colapsada y no se puedan cerrar los expedientes. Si no se cierran los proyectos de rehabilitación se tendrán que devolver las ayudas europeas. Conclusión: más suelo urbanizable y agilidad de las licencias con ventanillas únicas de tramitación.
Efectivamente, en Galicia tenemos el porcentaje de viviendas vacías más amplio de todas las CCAA. Y nuestra provincia, Ourense, la que más de toda España. Pero en su informe decenal, el INE -que esta vez lo tuvo que realizar en plena pandemia- cambió los criterios del censo de viviendas vacías por ese motivo. Y empleó una metodología totalmente distinta, la cual, bajo mi criterio, ha llevado a error. Este nuevo baremo del INE en la catalogación de viviendas vacías es el que ha producido un incremento ficticio de un 70% (207.000 en total) en el número de viviendas vacías en la comparativa decenal. Llevando -según mi estimación y análisis- a error a las administraciones locales y autonómicas, y organismos de carácter privado.
Y es que viviendas vacías, según el INE, son aquellas que no tienen contrato de suministro eléctrico o cuyo consumo total registrado en el año precedente ha sido menor al que una vivienda media de ese mismo municipio tendría si se ocupara durante 15 días en todo el año. Y lo que entienden por viviendas con muy bajo consumo es cuando el consumo eléctrico va desde el umbral mínimo a los 250 Kwh, y correspondería con el consumo de una vivienda que estuviera ocupada durante un mes en el año.
Y voy con los datos para que lo tengamos más claro:
Viviendas vacías en Galicia y provincias, año 2011, según el INE y realizado de manera presencial :
Galicia: 299. 396; Pontevedra: 78.152; A Coruña: 120.069: Lugo: 45.239; Ourense: 55.936
Viviendas vacías según el INE en 2023 con la nueva metodología:
Galicia: 506.370 viviendas vacías; estimación viviendas vacías según Fegein: 359.479.
Datos provinciales:
Pontevedra: 123.417 viviendas vacías, según INE; 89.874, según Fegein. Ourense: 119.348 viviendas vacías, según INE; 72.716, según Fegein. Lugo: 100.441 viviendas vacías, según INE; 58.810, según Fegein. A Coruña: 163.164 viviendas vacías, según INE; 138.079, según Fegein.
Pues bien, una vez hecha la comparativa numérica, la conclusión es nítida: urge la movilización de las viviendas vacías que estén en buen estado o necesiten una leve reforma, para ponerlas en el mercado de arrendamiento para contribuir a estabilizar la oferta y demanda, y a la vez reducir los precios de una atomizada demanda, principalmente en las siete grandes ciudades de Galicia y sus áreas metropolitanas.
Únicamente el 1,5% de las viviendas vacías en los 313 ayuntamientos de Galicia se encuentran en el circuito de comercialización. Un dato muy preocupante porque las administraciones no están siendo capaces de movilizar la vivienda vacía en un contexto de ayudas económicas a la rehabilitación como nunca ha habido. Por lo que se necesita agilidad tanto en los trámites de planificación como de licencias de obra nueva, rehabilitación o reformas. Galicia y sus 313 concellos necesitan agilizar más los tiempos en el urbanismo para disminuir los largos e inadmisibles plazos urbanísticos. Los ayuntamientos van a tener que afrontar -ya lo están haciendo- un gran volumen de licencias para reformas y de rehabilitación en los próximos meses y no nos podemos permitir que la gestión de los proyectos quede colapsada y no se puedan cerrar los expedientes. Si no se cierran los proyectos de rehabilitación se tendrán que devolver las ayudas europeas. Conclusión: más suelo urbanizable y agilidad de las licencias con ventanillas únicas de tramitación.
