Opinión

La leyenda del señor La Riega

El autor del artículo, el marino vigués Alfonso Philippot advierte sobre los errores que a su entender presenta la teoría sobre el Colón gallego de De la Riega frente a la que él defiende, donde Colón no sería otro que Pedro Madruga.


Para concluir, me permitiréis que os recite, en extracto, la leyenda que he imaginado, fundada en los datos y raciocinios que acabo de exponer”:

“...El matrimonio Colón-Fonterosa, residente en Pontevedra, emigró a Italia, a consecuencia de las sangrientas perturbaciones ocurridas en Galicia durante el siglo XV, hacia los años 44 al 50 del mismo, aprovechando las activas relaciones comerciales y marítimas que entonces existían entre ambos países. Llevó en su compañía a sus dos hijos mayores, criados ya –los demás nacieron posteriormente- y utilizó para establecerse en la ciudad de Génova o su territorio, y probablemente en Savona, recomendaciones del Arzobispo de Pisa, que a la sazón era clérigo de la Iglesia de Santa Maria la Grande de Pontevedra...; o relaciones directas o indirectas con la familia Oderigo, a cuyo amparo pudo Cristóbal Colón dedicarse al estudio. Apto a los 14 años de edad, tanto por sus conocimientos como por su robustez, para la profesión de marino, emprendió la vida del mar, en la cual navegó durante veintitrés años consecutivos, llegando por su destreza y por su valor a ser jefe de un buque al servicio de Renato y de Juan de Anjou, transformando su apellido Colón en el de Colombo, a imitación de algunos audaces corsarios...”

La leyenda sobre el viaje de la familia Colón, vecina de Porto Santo, a Génova y Savona, entre 1444 y 1450 –amén de otras consideraciones sugeridas por nuestro célebre historiador- corresponde al colofón de la conferencia que pronunció en la Sociedad Geográfica de Madrid, el 20 de Diciembre de 1898, y que fue censurada por numerosos autores; entre otros, por el gran historiador Enrique Zas (1877- 1929) en la obra que presentó al concurso del diario ABC, en 1927. El análisis de los distintos argumentos planteados por el señor La Riega, nos sugiere las siguientes conclusiones:

Para las familias que por aquel tiempo huían de Galicia, a causa de los sufrimientos del pueblo llano, el destino más seguro era el territorio portugués. Por otra parte, sabemos que varios individuos de la familia Colón, radicados en esta provincia, eran marinos experimentados que se dedicaban al transporte de sal entre Aveiro y Pontevedra. La ayuda de un clérigo perteneciente a la iglesia de Santa María, y la recomendación de la familia Oderigo de Génova, uno de cuyos antepasados visitó, supuestamente, el sepulcro del Apóstol Santiago, en 1413; manteniendo sus descendientes una extraña relación con el Descubridor, no es argumento suficiente para justificar el ”retorno” de este último a Italia; país del que, por otra parte, desconocía su propio idioma.

Ante estos débiles argumentos del señor La Riega, podemos ya proclamar que la verdadera identidad del personaje en cuestión ha sido descubierta el año 1977; habiéndole identificado con el célebre “Pedro Madruga” de la historia, o Pedro Álvarez, hijo bastardo de Fernán Eanes de Soutomaior y de Constança Gonçalves Colón, vecina de San Salvador.


.S.


.S. A .S.


X M Y


Yo: Xpo. FERENS


Traducción del árbol genealógico (de abajo-arriba) :


Xuares Soutomaior//Méndez Álvares Soutomaior//Yanes Soutomaior


Yo: Xhristobal Pedro Fernández Eanes.


(No cita a la madre por ser hijo bastardo)

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