Opinión

OS EOAS

A finales de 1992, auspiciada por la Fundación Barrié de la Maza, apareció la primera edición de 'Os Eoas' (Los hijos del Sol), obra que con sus más de 300 estrofas dedicadas a la gesta Coloniana y su 'conexión gallega', constituye ?como alguien dijo- el testamento lírico de Eduardo Pondal.


El autor de 'A Campana de Anllóns' falleció en La Coruña el 8 de Marzo de 1917, legando sus manuscritos a la Academia Gallega: 'Dejo mis manuscritos literarios y mis impresos poéticos a la Real Academia Gallega para que los expurgue y edite cuando lo tenga por conveniente con mis albaceas.'


La primera revisión oficial de 'Os Eoas' fue encomendada ?en vida de Manuel Murguía- a los señores Carré Aldao y Lugrís Freire, quienes el 12 de Octubre de 1921 publicaron en 'El Ideal Gallego' lo que se llamó Canto XXV, 'O vigía de tope'; prometiendo que el poema completo se daría a la imprenta en poco tiempo. Pero treinta y tres años más tarde, esto es, en 1954, la Junta de Gobierno de la Academia nombró una nueva comisión, formada por los señores Leandro Carré Alvarellos, Ramón Artaza, Francisco Vales, Gonzalo López Abente y Ángel del Castillo, que facilitaron el siguiente informe: 'El poema 'Os Eoas', está escrito en pequeñas hojas de papel de unos 13 por 10 centímetros, sin numeración ni indicación alguna que señale el orden de su correlación. Solamente cierta cantidad de papeletas están juntas..., pero una gran suma de ellas se hallan sueltas en montón, ocupando la mitad de la maleta...' En parecidos términos se pronunció Fermín Bouza Brey, en 1970, después de catorce años de infructuosa labor, tratando de ordenar las hojas manuscritas de Pondal. En una carta dirigida al Secretario de la Academia Gallega, manifestaba aquél la imposibilidad de continuar sólo el trabajo, 'pues diez personas no podrían hacerlo en menos de cinco años'. Digamos que Bouza Brey nunca fue un entusiasta de 'Os Eoas', y se preguntaba si valdría la pena imprimir dicha obra; en lo que abundaba Carballo Calero, sancionándola de 'anacrónica'


A mediados de 1989, y a solicitud de Filgueira Valverde, los versos fueron ordenados parcialmente por el profesor Amado Ricón. Si bien, como decimos y corrobora el doctor García Sabell, 'das case catromil oitavas reais, das que hai costanza escrita, dánse nesta edición mil cento vintecatro...Se as que quedan non se imprentan e dibido a imposibilidade práticamente absoluta de verquelas en forma racional'.


Lo más sorprendente de aquella publicación es que ni el doctor García Sabell, en la presentación del libro, ni el profesor Ricón Viruleg en la Introducción, hacen causa común de la galleguidad de Colón. A título ilustrativo, para desinformados y escépticos, recordemos que en dicha dirección sí se pronunciaron en su día grandes figuras de renombre universal, tales como el hispanista inglés Martin Sharp Hume; Charlot y Wladimir Mansfield, de la Real Sociedad Geográfica de Londres; Mr. Huntington, Presidente de la Hispano Society of América; Arístides Martínez, Presidente del Club Iberoamericano, y su Secretario Mr. Trapote; el doctor José Mª Riguera Montero, de la Universidad del Uruguay y adjunto a la Embajada de España en Montevideo; el doctor Valentín Letelier, Rector Magnífico de la Universidad de Santiago de Chile; el doctor Carracido, de la Universidad de Madrid; el académico Rafael Beltrán y Rózpide, Secretario Perpetuo de la Real Sociedad Geográfica; don Nicolás Rivero, Director del prestigioso Diario de la Marina; el doctor Pando y Valle, notable publicista de la Unión Ibero Americana; y los ex ministros González Besada y Rodríguez Sampedro. Señores a los que se anticipó el Presidente del Centro Gallego de La Habana, don Constantino de Horta y Pardo (1860-1923), publicando en 1911, 'La cuna gallega de Cristóbal Colón'; así como una segunda edición de 25.000 ejemplares al año siguiente.


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