Es hoy una caricatura del despotismo ilustrado. Todo por el pueblo, pero sin el pueblo. Así pretenden seguir engañando a quienes conviven pacíficamente en aquella parte de España y hoy los amenazan con un golpe de Estado a sus instituciones democráticas, que son de todos los españoles sin distinción de región, estándar social, raza o color político. Sorprende que quienes siempre se destacaron por su férrea oposición a las dictaduras, incluyendo la de Franco, hoy descaradamente se presten a esta nueva pantomima dictatorial, para romper España y, además, haciendo comparsa con los anarquistas comunistas, independentistas y sus cómplices en la sombra, que muy pronto, se les verá el rostro y algo más. Están copiando lo que Maduro y Raul Castro intentan hacer hoy en Venezuela. ¿No fue eso lo que Franco hizo y tanto condenaron los demócratas catalanes ayer y lo siguen haciendo hoy, luego de cuarenta años de su muerte? Las dictadoras son eso, y no caben disfraces de conveniencia, si son de derechas o de izquierdas, como pretenden ocultarnos hoy algunos socios izquierdistas y anarquistas del proces rupturista catalán.
La irresponsabilidad de quienes dirigen esta farsa, es proporcionalmente compartida por quienes, en su afán político, por gobernar a cualquier precio, permitieron los últimos años que estos se fueran apropiando, con leyes a su medida y la pasividad cómplice de quienes por obligación debieron impedirlo, dejando en la orfandad a todas las estructuras de Estado español, en Cataluña. Unas entregadas a cambio de su voto para gobernar y otras, usurpadas de forma descarada y cínica, abusando de algunos complejos y cobardías impropias para defender la soberanía nacional. Así sus lacayos de bolsillo ancho y largo, que pululan en algunos medios de comunicación, nos fueron intoxicando mañana, tarde y noche con su diálogo ramplón, para facilitar tiempo y cobijo, a su amenaza separatista de actualidad, eterno cortafuegos f icticio, mientras ellos seguían incendiando el resto de la pradera política, que hoy, ya sin control, amenaza con extender su fuego amigo, al resto de España y proponiéndonos como única salida dialogada su separación inmediata y la creación de une nueva república catalana.
Señor presidente Rajoy, ya hemos llegado al llegadero, o mejor dicho, al final del camino, que por ironías del destino, deberá usted enfrentar sin titubeos , ni tu tía, como decía nuestro fundador don Manuel Fraga, en sus momentos de apremio y dificultad. Es la Ley y solo ella quien debe actuar y devolvernos a la realidad, poniendo punto y final a este sin vivir que hoy afecta directamente a toda Cataluña y también al resto de los españoles, que somos mayoría abrumadora, los que queremos una España unida, próspera y sobre todo democrática.
La ruptura que los separatistas proponen y quieren es diametralmente opuesta al ordenamiento jurídico y político que nuestra Constitución y sus leyes indican y obligados estamos a defenderla, cumpliéndola y haciéndola cumplir. Con usted a la cabeza y nuestro PP como garantía de liderazgo político, rectificando y regenerando sus entrañas, caiga quien caiga. Ello haría posible el retorno a cada de millones de votantes que están esperando ese nuevo y complementario pistoletazo de salida, que unido al haber salvado a España de aquella bancarrota heredada de Zapatero, que con hechos contrastables ya vd. Logró revertir compleméntelo hoy rectificando errores y corrigiendo posibles negligencias, sobre algunas actuaciones en Cataluña los últimos tiempos, que trató por todos los medios aceptar y complacer la invitación tozuda y traicionera al diálogo, quedando demostrado hoy que para ellos, era solamente una proposición trampa y desestabilizadora que les facilitara la ruptura y separación de España con su complicidad y silencio.
Vargas Llosa decía: Si el periodismo se encanalla, no solo desaparecerá la información, todas las instituciones de la democracia se verán afectadas.
