Vecinos del entorno de García Barbón advierten sobre la existencia del subterráneo, que ya no está tapiado

El viejo túnel del tren del pescado, un peligro abierto

 la entrada, al lado de la salida de la autopista.
El tren del pescado dejó de funcionar a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, cuando se abrió la estación de Vigo-Guixar para mercancías, pero las instalaciones de Renfe no se desmontaron con el traslado de la actividad.
Lo que hoy es Rosalía de Castro y Hospital (calle ahora denominada Inés Pérez de Zeta) fue hasta hace medio siglo el trazado del ferrocarril que partía del Berbés y cruzaba bajo García Barbón en túnel para continuar en la vía hacia Madrid. Dicho subterráneo sigue ahí, al menos parcialmente. Una parte, la mayor, fue destruida con la urbanización de Rosalía de Castro y la construcción del aparcamiento subterráneo. Pero otra se mantiene, un tramo de un centenar de metros que parte frente a la iglesia de Santiago de Vigo y desemboca en un lugar muy poco conocido, la Travesía de Alfonso XIII. Durante años estuvo tapiado, pero ahora no y se ha convertido en un lugar que vecinos de la zona tratan de evitar en lo posible.'Da miedo pasar por ahí, hay de todo', explicaba a este diario un residente en el edificio más próximo, frente a la salida de la autopista en Alfonso XIII. El Concello incluso buscó darle alguna utilidad, pero lo descartó cuando comprobó que Renfe había construido un edificio en la esquina de García Barbón con República Argentina cuyos pilares se asentaron sobre el paso del ferrocarril. El peligro no sólo está en la suciedad del túnel: un tramo de García Barbón se sostiene sobre el paso subterráneo del tren.

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