Juan Antonio Marcote, actual propietario de Arjeriz, reconoce que en los últimos años “casi todas las cosas fueron malas para el sector de ultramarinos”.
“La suerte que tuvimos nosotros fue que lo enfocamos en algo que después tuvo mucho éxito, como fueron los vinos”, afirma.
Ustedes se especializaron en productos de calidad mucho antes de que se hablase de las 'tiendas gourmet'.
No fue una cosa de ser un adivino... Nos fue bien con los vinos y los licores si no, hubiéramos tenido que buscar otra cosa porque las tiendas no tenían futuro. Nosotros evolucionamos en esta dirección hace muchos años, cuando no se pensaba aún en 'tiendas gourmet' y veíamos que las tiendas que había iban cerrando. De hecho, cerraron las mejores que había en Vigo y que tenían muchos empleados. No fue por una mala gestión, sino que las condiciones que había en el mercado hundieron a las tiendas tradicionales.
¿El cliente valora que una tienda tenga historia?
Ahora sí. Ahora la gente lo valora y viene con cariño. La clientela es una gente muy agradable y le gusta comprar en las tiendas. Le gusta preguntar y que les asesoren.
¿Cómo han vivido en Arjeriz la transformación que se ha producido en su entorno?
En la calle Carral han cerrado muchos establecimientos y eso me produce mucha tristeza. Es una pena. Este sector no está nada apoyado. Seguimos igual, peleando mucho.
¿Cómo cree que se debe apoyar al comercio tradicional?
Yo nunca fui partidario de ayudas y nunca me las dieron. En vez de las ayudas, lo que hay que procurar es no cargar en exceso en gastos. Los gastos son tremendos en todo y la gente que comienza, como además económicamente no empieza con mucho dinero, con dos o tres meses que le vengan malos les abocan al cierre.
¿Qué es lo que más influye?
En estos tiempos de crisis, las tiendas pequeñas están aguantando con unos gastos tremendos: los módulos son muy caros, la Seguridad Social, igual... En las empresas familiares, los meses que van mal te arreglas, los meses mejores disfrutas de un poquito más. En el momento en el que tienes dos o tres empleados ya no puedes aguantar.
