Crimen de Judith

El investigado por el crimen de Judith, en O Porriño, estuvo con ella esa noche

El detenido por el crimen de Judith en O Porriño, baja del coche junto a dos guardias civiles.
photo_camera El detenido por el crimen de Judith en O Porriño, baja del coche junto a dos guardias civiles.
El sospechoso, de unos 50 años y vecino del área, estaba ya en prisión por robos y agresión sexual. El Juzgado de Instrucción 3 de Porriño decretó no obstante su ingreso por esta causa

Las pesquisas realizadas por la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra han conseguido identificar al presunto autor del crimen de Judith, la vecina de Vigo de 37 años cuyo cadáver apareció detrás de un contenedor en el polígono de As Gándaras en noviembre pasado.  La autopsia reveló que la víctima habría sido asfixiada probablemente en el mismo lugar donde fue hallado su cadáver, días después, por un transportista. 

 

 

El sospechoso es un hombre de unos 50 años, vecino de un municipio limítrofe, e interno de la prisión de A Lama desde diciembre, fecha en la que, según confirmaron fuentes de la Guardia Civil, ingresó para cumplir condena por varios delitos de robos con intimidación y agresión sexual a mujeres.

Los vestigios biológicos recogidos en el lugar de los hechos permitieron a los investigadores establecer el perfil del supuesto homicida,  acreditando que estuvo con la víctima durante la noche en la se produjo el crimen, afirmaron las mismas fuentes. 

El cadáver apareció tras un contenedor en el polígono de As Gándaras.
El cadáver apareció tras un contenedor en el polígono de As Gándaras.

En concreto, los resultados del análisis autorizado por el Juzgado de Instrucción 3 de O Porriño, que dirige la investigación, de las antenas de telefonía móvil y su conexión con los terminales de víctima y sospechoso han sido claves para que la jueza haya resuelto en un auto su ingreso en prisión provisional por esta causa, comunicada y sin fianza, investigado por un presunto delito de homicidio.

Al encontrarse cumpliendo condena en A Lama, la Guardia Civil no pudo proceder a su detención y fue el propio juzgado quien le citó ayer para prestar declaración. El investigado se acogió a su derecho a no declarar, por consejo de su defensa, debido a que todavía hay partes de la causa que se encuentran bajo secreto sumario.

El investigado sería, según la investigación, un posible cliente de la víctima, que, debido a su situación de exclusión social, se vio obligada a ejercer la prostitución. Aunque  llegó a barajarse la posibilidad de que detrás de lo ocurrido pudiera estar la pareja de Judith,  la opción era remota.

Entrega voluntaria de ADN para su cotejo

Aunque no prestó declaración, el investigado sí accedió a entregar una prueba de ADN, que ahora será cotejada con los restos biológicos recogidos en el lugar del crimen, tanto de la ropa de la víctima como del cadáver, que fue encontrado con un trapo en la boca. En total, la Guardia Civil recogió más de medio centenar de muestras que fueron remitidas al Instituto de Toxicología para su análisis.

La secuencia del crimen según el informe de la autopsia es que la mujer y su agresor se trasladaron hasta Porriño en un vehículo. Una vez allí, se produjo una discusión muy fuerte, que continuó fuera del vehículo. El trapo en la boca se introdujo para frenar los gritos de la víctima, que murió asfixiada. Las características físicas del sospechoso coincidirían con este relato, una persona corpulenta que inmovilizó a Judith, muy menuda, tirándose sobre ella. 

Los agentes también habrían seguido la pista del vehículo, tipo furgoneta, que recogió a Judith la noche que desapareció.

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