Comienza una excavación de urgencia para documentar los restos de las salinas romanas
La recogida de información y la máxima documentación del yacimiento para su posterior sellado con tierra y tapado son el objetivo de la excavación que ayer comenzó en las salinas romanas de Punta Sobreira, en la parroquia de San Miguel de Oia, cerca de Cabo Estai. En este proyecto colaboran el Concello y la Universidade de Vigo, con una financiación de 12.100 euros costeada por el proyecto Galtfish.
Localizada desde 1950 y catalogada hace veinte años, el grupo de investigación ligado al programa “Marie Curie Salt and Fish saltin in Ancient Gallecia” comprobó hace unos meses la autenticidad de los restos. También quedó en evidencia su elevado nivel de erosión, incrementado en los últimos años con la reciente construcción de un centro deportivo y la creación de un paso espontáneo hacia la playa. Así, la expedición localizó el tanque de salado, antes cubierto por tierra y ahora a la vista, junto a tres muros de mampostería irregular. Además se detectaron daños posiblemente causados por furtivos en busca de restos arqueológicos con lo que parte de las salinas ya se ha destruido. “Unido a la erosión y al desgaste por la acción humana, la actividad marina fue muy agresiva los últimos inviernos, lo que precipitó la pérdida total del frente norte del yacimiento, el más expuesto a la presión de la acción del mar”, explicó ayer el arqueólogo Adolfo Fernández, director de la excavación, durante el anuncio de la puesta en marcha de la intervención, comunicación que se hizo de forma conjunta y simultánea desde la Universidad y el Concello.
“En ningún caso pretendemos la conservación por tiempo ilimitado del yacimiento frente a la erosión natural, ya que el coste y el impacto no compensarían”, puntualizó Fernández, aunque añadió que sí se tomarán medidas para resguardarlas el mayor tiempo posible de la acción humana.
Así, la campaña constará de dos fases, la primera que comenzó ayer y se prologará cinco días, estará destinada a la recogida de datos y a la documentación de los restos de cultura material existentes por parte del equipo universitario; y la segunda, del 6 al 9 de junio, corresponderá al Concello que a través de la contratación de la empresa Tomos, procederá al tapado de lo que queda de las salinas para su conservación, así como la reposición del sendero sobre los restos ya protegidos por capas de tierra.
