El CPI Cova Terreña de Baiona es un claro ejemplo de cómo un centro educativo puede llegar a convertirse en toda una institución dentro de un municipio. Y es que por sus aulas han pasado la inmensa mayoría de sus vecinos, en concreto más de 4.400 alumnos desde su inauguración en 1973, algunos ya por su tercera generación. Este año está de aniversario, cumple nada menos que 50 años ayudando a construir personas y lo celebró en la mañana de ayer viernes con una ceremonia que desbordo emotividad por los cuatro costados para homenajear su trayectoria, pero también a todos aquellos que lucharon por mantener vivo su espíritu educativo, desde la transición a la actualidad pasando por una pandemia, varias reformas e incluso traslados y con menciones para profesores, padres y ex-alumnos. Durante poco más de una hora se proyectaron vídeos, los escolares del grupo musical Cova Terreña interpretaron varios temas como “Let It Be” de John Lennon, “What a Wonderful World” de Louis Armstrong e incluso convirtieron a miembros honoríficos del centro al conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y al alcalde de la villa, Carlos Gómez, al que además entregaron su expediente académico de manera simbólica así como sendas becas para sellar el vínculo.
La directora del colegio baionés, Isabel Martínez, recordó los inicios del centro con figuras como Joaquín Maestro, Carlos Estévez o Adela Mirás, Paz Rodríguez, entre otros, “sus fundadores”. Los sucesivos cambios a los que fue sometido, así como su actualización tecnológica hicieron posible que hoy el Cova Terreña participe activamente en varios programas de innovación educativa. Precisamente, la Comisión de Honores y Distinciones de Baiona acaba de concederle la medalla de Oro en reconocimiento a su actividad.
Gómez, por su parte, agradeció la labor que realiza en el día a día el equipo docente y las AMPAS y por “la educación hecha”. “La decisión tomada ayer en la comisión fue un acto de justicia”, manifestó refiriéndose a la concesión del distintivo.
El jefe del área educativa de la Xunta cerró el turno de intervenciones destacando los cambios en el plano educativo y social de los últimos 50 años así como la huella que deja el paso por el colegio a todos y cada de los miembros de la sociedad, de la importancia de las amistades de este periodo, “muchas de ellas para toda la vida”, entre otros puntos. “Hoy es un día de emoción, para presumir”, destacó. Para rematar, el jefe territorial de educación, César Ares; acompañado del equipo docente, invitados, Jesús Vázquez Almuíña y resto presentes en el acto se dirigieron al exterior donde los esperaba el resto del alumnado para asistir a la interpretación del ‘Gaudeamus Igitur’ del grupo de música.
