Aplicaciones “bóveda”, un riesgo para los más jóvenes

Existen apps como falsas calculadoras que, pulsando una  tecla, dan acceso sin restricciones a otras, como WhatsApp.
photo_camera Existen apps como falsas calculadoras que, pulsando una tecla, dan acceso sin restricciones a otras, como WhatsApp.
El uso por parte de menores de aplicaciones enmascaradas para evitar el control de padres y tutores es cada vez más común, especialmente para esconder contenido multimedia

Los adolescentes son uno de los sectores de usuarios más importantes para las desarrolladoras de aplicaciones y programas móviles. Desde el uso impulsivo de las redes sociales hasta las aplicaciones de mensajería, los más jóvenes están, en muchas ocasiones, permanentemente conectados a lo largo del día.

Dentro de estos programas para smartphones es actualmente muy comun encontrar las denominadas aplicaciones “bóveda”. La compañía de análisis digital Qustodio destaca el crecimiento de este fenómeno, un concepto que se refiere a aplicaciones ocultas que, bajo un aspecto inofensivo de una cámara o una calculadora, esconden archivos, ocultan galerías y son capaces de burlar las herramientas de control parental.

Estas aplicaciones, en definitiva, son la tapadera con la que los menores se saltan el control parental en su móvil.

Por ejemplo, para la aplicación bóveda de la calculadora, basta con introducir una cifra concreta que desbloquea el acceso al contenido. Ahí pueden esconder fotos, vídeos o incluso acceder a otras aplicaciones que estaban restringidas en un primer momento. De hecho, algunas de estas plataformas ocultas acaban dando acceso sin restricción a TikTok o navegadores donde los menores pueden ver contenido libremente y sin franja de edad, como sí que se puede establecer en las aplicaciones verdaderas.

Entre los riesgos de este tipo de aplicaciones están los siguientes:

  • Pérdida de responsabilidad: es importante para los más jóvenes conocer cómo hacer un uso responsable. Las aplicaciones bóveda implican esconder información de la que no tendrían por qué preocuparse si se hace un uso adecuado. Es también importante que los padres establezcan una relación de confianza con sus hijos para que no tengan la necesidad de ocultar nada.
  • Acceso a contenido inapropiado: sin ninguna restricción los menores pueden ver cualquier tipo de contenido. Las familias hablar con sus hijos de los peligros que según qué contenido puede tener sobre ellos.
  • Robo de información personal: acceder a información sin ningún control también puede conllevar a dar datos personales. El auge de las redes sociales y el tiempo que pasan en línea han aumentado este tipo de riesgos que enfrentan los niños.

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