Galicia

La seguridad en Angrois aleja a maquinistas y jefes de Renfe

Nicolás Izquierdo.
photo_camera Nicolás Izquierdo.

Los testimonios en la Comisión del Congreso difieren sobre el estado de la linea el día del accidente

El jefe de maquinistas de Renfe Operadora José Ramón Iglesias, que comunicó la existencia de varios riesgos en la línea de alta velocidad a Santiago, indicó ayer que no se incrementó la formación de los maquinistas y que muchas de las medidas que recomendó se pusieron en marcha después del accidente del Alvia. Iglesias, que compareció en la comisión parlamentaria de investigación sobre el accidente ferroviario ocurrido en Santiago el 24 de julio de 2013, explicó que él se dedica al seguimiento de la actividad profesional de los maquinistas e imparte talleres de seguridad en la Gerencia de Galicia de Servicio Público, antes de Viajeros Urbanos e Interurbanos.
Por eso, sus funciones en formación y seguridad en la circulación solo las desarrolla con maquinistas de su ámbito y no tiene contacto con maquinistas de larga distancia de AVE. No obstante, ante la entrada en explotación comercial de la línea de alta velocidad a Santiago en diciembre de 2011, se le solicitó una información sobre la misma, en que describe como una anomalía la transición que existía del ERTMS (sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario) al ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático).
José Ramón Iglesias dijo que identificó un "peligro desde el punto de vista de la conducta humana", ya que el maquinista se veía obligado a pasar de un sistema de supervisión completa de la conducción como el ERTMS al ASFA y ello coincidiendo con que había que proceder a un cambio significativo de la velocidad de 200 a 80 kilómetros por hora. Señaló que la situación no se zanjó con un incremento de la formación, que sólo se intensificó incidiendo sobre cada punto en que se habían detectado riesgos aprovechando cada acción formativa que había con maquinistas.
Dijo también que él pensaba que era necesario recordar al maquinista de la línea dónde estaba en cada momento, ya que el cambio del sistema de seguridad del ERTMS al ASFA le podía desviar la atención de la vía.
Con anterioridad a Iglesias, el jefe de Tráfico de Renfe Operadora en 2013, Nicolás Izquierdo, señaló que bajo su criterio la línea Alvia, de alta velocidad, que se inauguró entre Ourense y Santiago, y en la que se produjo el accidente de Angrois que causó 80 muertos, era segura. "Aquellas instalaciones estaban dentro del orden y no vimos en aquel momento nada relevante", dijo Izquierdo durante su comparecencia en la Comisión del Congreso en la que insistió en que su servicio se ceñía a la media distancia y nunca tuvo conocimiento del peligro de la curva de Angrois.

tren "frankenstein"
Izquierdo reiteró que los servicios de larga distancia los llevan otros compañeros y negó conocer que el tren accidentado fuera denominado "Frankenstein", por haberse hecho "con retazos". nsistió en que el tema de la curva de Angrois y de transición en su frenado "nunca se trató" en las reuniones en las que él participó, aunque ha reconocido que la línea era compleja porque tenía muchos túneles y viaductos.
Reconoció que se enteró un año y medio después del accidente de que había un correo electrónico en el que se metía un párrafo sobre el riesgo de la curva de Angrois pero que "esto no se comentó en ninguna reunión". "Tratábamos siempre las mismas anomalías que surgían en la línea", dijo al tiempo que admitió que si se hubiese tratado el tema de la curva se hubiese puesto en un acta y se hubiera canalizado a través del departamento de Seguridad. Incidió en que lo que pudo comprobar en su participación de la puesta en servicio de esa línea "es que era bastante compleja, con muchos túneles y viaductos, pero no vi aspectos relevantes". 

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