Galicia

El incendio de Cualedro afectó a 3.000 hectáreas de cuatro concellos

Panorámica de la Serra de Larouco, con los aerogeneradores.
photo_camera Panorámica de la Serra de Larouco, con los aerogeneradores.

El fuego, que entró ayer en nivel de estabilizado, causó daños a galpones y pajares, pero no afectó a ninguna granja de animales
 

nnn Un hombre herido -sufre quemaduras de primer grado en un brazo y en un ojo-; dos viviendas desocupadas -alguna a medio construir-; varios galpones y pajares -uno de ellos en medio del pueblo Vilar de Lebres- y cientos de prados y fincas; hectáreas de frutales, pinos y carballos, monte privado; innumerables pilas de madera, balas de paja; y centenares de kilómetros de cable del tendido telefónico es el primer balance civil del mayor incendio del año en Galicia: 3.000 hectáreas en la última estimación oficial de Medio Rural.
El herido -hubo además otra persona evacuada entre el personal de extinción: el conductor de la motobomba que se quemó junto a Niñodeaguia- es un hombre de unos cuarenta años, vecino de Hermida, una aldea entre Vilar de Lebres y Cualedro que trataba de salvar del fuego una explotación de ovejas con dos edificaciones. Acudió a pedir prestado un tractor con cisterna a unos vecinos de Vilar, propietarios de una granja de cerdos. El fuego le sorprendió en una pista camino de Hermida. El tractor, que estaba sin puertas (como es habitual durante el verano) se vio atrapado en un remolino de fuego. Las llamas golpearon al hombre un brazo y le afectaron en un ojo. Fue trasladado en helicóptero al Hospital de Vigo. Ayer permanecía ingresado en el CHOU, fuera de peligro.
"Afortunadamente, foi a única vítima do lume de onte", explicó ayer a este periódico el alcalde de Cualedro, Luciano Rivero. "Non chegou a arder ningunha casa nin tampouco ningunha granxa".
Los granjeros que prestaron el tractor al hombre herido en Hermida son los dos socios de una explotación de cerdos que el domingo por la noche, uno de ellos, evacuado a Cualedro, daba por perdida. Las llamas alcanzaron la finca que rodea la explotación, pero los animales -3.000 cerdos, de ellos 500 hembras de recría- se salvaron pese al humo.
También se salvó del fuego la explotación más grande de la zona que reúne cinco granjas de pavos de Coren -más de cien mil animales- y la vivienda de los granjeros. La familia y algunos amigos (siete personas en total, incluidos dos niños), estuvo rodeda por las llamas entre las cinco y las ocho. El incendio que rodeó Gudín se cerró sobre la carretera con Cualedro, un kilómetro más allá del cruce con Vilela y retrasó la intervención de las BRIF, que no disponían de apoyo de una motobomba. Personal de la empresa que trataba de llegar al lugar se vio bloqueado en los sucesivos cortes de carreteras. "Pasamos moito medo", confesaba ayer Carmen, "pero menos mal que tiñamos un tractor con purín e foise tirando arredor das granxas". El muro y el raso de la finca amortiguaron el impacto del fuego en la parte oeste; al otro lado intervinieron bomberos del Ejército para hacer un contrafuego.
Las llamas pusieron en riesgo a siete poblaciones de Cualedro. Empezaron al mediodía en una finca entre A Pedrosa y Saceda. La brigada municipal de Cualedro, que ayer volvía a esperar destino junto a la casa del Concello, trabajó el domingo primero en Viana y, por la noche, de regreso, completaron una jornada de doce horas frente al fuego en A Pedrosa. "O lume foi cara alá, pola falda da serra; pero tamén se extendeu para esta parte. Andivo cerca das casas, pero a nós non desaloxaron", comentaba ayer un octogenario en el pueblo.
Si hubo desalojo en Lamalonga, la última aldea del frente este. "O lume era un coloso", explica el alcalde de Cualedro, comprensivo con las críticas sobre la escasez de medios. "Cada un pensa no seu e a xente ponse nerviosa", razona antes de desgranar la lista oficial del dispositivo: 25 agentes, 61 brigadas, 7 helicópteros, 9 aviones. "O lume avanzou a razón de 300 hectáreas por hora. Está todo seco e o vento virou varias veces. Contra eso só se pode agradecer o que fixeron os medios, incluindo os seis pelotós do Exército".
En Vilar, los vecinos, que vieron nacer el incendio pero pensaron que no les alcanzaría, dicen que se encontraron solos. Cada cual con su casa o su pajar a defender, sin poder echar una mano al del lado ni recibir ayuda. En Vilar, como en Serralleira (tres familias) hubo desalojos. Se reunió a la gente en la plaza. Pudieron volver a sus casas de madrugada. Ayer comprobaron la dimensión del desastre. Y que en Novás o As Queirugás habían corrido la misma suerte. El horizonte todo negro.   n

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