“Mi abuelo José Puerta hizo un imperio partiendo de una bicicleta con 15 años. me ha servido de inspiración”
José del Barrio e Iñigo Juantegui trabajaban en PwC cuando se les ocurrió la idea de La Nevera Roja, una web en la que los restaurantes venden comida por internet. Nació en 2011 con 20.000 euros y acaba de venderse al grupo alemán Rocket Internet por 80 millones de euros, una cifra que no es oficial sólo cálculos del sector. José del Barrio es nieto del fundador de Pescapuerta, José Puerta, y cree que el ejemplo emprendedor influye mucho. Tiene en Vigo y la playa de Patos sus lugares preferidos para descansar.
Han conseguido lo que miles de emprendedores ansían que es que se reconozca su proyecto.
Totalmente. Hemos sido muy afortunados porque somos pocos los emprendedores que tenemos la suerte de un reconocimiento al final del camino, que ha sido largo, también hay que decirlo. Pero hemos tenido mucha suerte de estar rodeados de socios e inversores, equipo e incluso la familia que reconoce el valor de lo que estás haciendo y te apoya y te ayuda.
¿Se habían propuesto este hito, que una gran multinacional se interesara por su proyecto?
Probablemente no tan rápido, no después de 40 meses de funcionamiento, pero era una de las opciones que siempre se valora, lo de pasar a formar parte de una empresa más grande o salir a bolsa. Lo teníamos en el radar, somos optimistas o ambiciosos, llámalo como quieras, probablemente por naturaleza. Lo que nos ha pillado por sorpresa es la rapidez y la virulencia porque ha ocurrido todo en tan poco tiempo y de forma tan contundente.
¿Cómo fue que Rocket Internet se pone en contacto con La Nevera Roja?
No puedo entrar en mucho detalle pero lo que sí puedo decir es que hubo mucho interés en los últimos meses por empresas de diferentes países del mundo, algunas de ellas cotizadas. Al final decidimos que la oferta de Rocket Internet era la más apropiada, además de por las condiciones económicas, que no puedo entrar a valorar, por la estrategia clara que tenían de mantenimiento del empleo, crecimiento de la empresa, ambición de futuro para el equipo y la marca. Tenían ese punto de hacer crecer el proyecto de forma decidida y esa fue una de las razones. No oculto que la parte económica fue importante, pero se habría quedado sabor agridulce si las condiciones postcompra fueran otras. Es el mejor de los escenarios para el crecimiento de La Nevera Roja en España y en el mundo.
No me va a confirmar esa cifra que circula de 80 millones de euros de la operación pero ¿se sienten bien valorados?
Por supuesto que sí. No puedo confirmar la cifra de la operación por el contrato de confidencialidad con el comprador, pero sí que nos hemos sentido valorados. A uno le gusta que valoren su esfuerzo. Los inversores están muy contentos. También creo que cualquiera que sea el precio que se haya pagado, que no lo puedo contar, es porque el proyecto tiene un potencial enorme y estoy convencido de que en tres o cuatro años La Nevera Roja valdrá muchas veces más lo que se ha pagado. Valorados sí, pero creo que es un proyecto muy potente, de los más potentes que hay en España.
Siempre se dice lo difícil que es conseguir financiación para las startups ¿quién les ayudó?
Hemos tenido suerte, también la hemos buscado. Tuvimos un núcleo cercano que nos apoyó desde el primer momento pero hemos llamado a todas y cada una de las puertas de todo aquel español que estuviera dispuesto a financiar con un euro un proyecto de locos como este, que al principio era sólo un power point y dos chalados intentando lanzarse a volar. Al final es un proyecto muy innovador con unas economías que los inversores no están acostumbrados a ver. Ha sido complicado pero hemos encontrado personas que confiaron y en especial los pequeños accionistas, pero también Nicolás Luca de Tena de Next Chance y desde Mediaset Antonio Moreno Planas, que lo vieron muy claro y al final les ha recompensado esa apuesta con rentabilidades astronómicas.
¿Cómo se les ocurre la idea de La Nevera Roja?
Éramos compañeros en Price y yo había hecho un par de proyectos relacionados con internet y un día hice un proyecto de comida a domicilio y me encontré muchas noches pidiendo comida desde la oficina. Así se me ocurrió y se lo conté a Íñigo y nos lanzamos.
¿Están en nuevos proyectos?
Uno siempre tiene cosas en el radar, pero ahora mismo centrados en impulsar La Nevera Roja, un proyecto muy importante. Esto acaba de empezar. La etapa que hemos vivido ha sido muy bonita pero hay una por delante que será más. Se puede hacer algo muy grande e interesante para consumidores, restaurantes y los nuevos inversores.
¿Para ser emprendedor hay que tener una familia emprendedora como la suya?
Creo que hay algo de eso. Al final uno cuando va a elegir a qué se dedica muchas veces se inspira en la gente que le rodea, la gente que respeta y le influye el entorno. Yo he tenido a mis dos abuelos emprendedores y más gente cercana también. Mi abuelo José Puerta hizo un imperio partiendo de una bicicleta con 15 años. Le respeto mucho y me ha servido de inspiración.
¿Eso hace que también se sienta de Vigo?
Claro, la mitad de mi familia es de Vigo y mi hermano nació ahí. Voy varias veces al año. Estoy muy unido a esa tierra que es fabulosa. La playa de Patos me gusta mucho y es mi playa de referencia para mí y mi mujer. Cuando tenemos unos días en verano es a donde vamos. n
