El jugador del Coruxo se recupera satisfactoriamente del duro golpe que recibió en Guijuelo
Corría el minuto 81 de partido el pasado domingo en el Municipal de Guijuelo. El Coruxo trataba de neutralizar el gol que había encajado en la primera parte con continuos ataques ante el conjunto local, que se defendía como podía. La pelota llegó entonces a Reguero, que superó la salida de Wilfred con una vaselina pero fue arrollado en la acción y recibió un duro golpe en la cabeza mientras Centrón firmaba el empate en boca de gol.
El delantero vitoriano quedó tendido sobre el césped, inconsciente, antes de ser reanimado por los servicios médicos y trasladado a un hospital de Salamanca, donde finalmente se descartó que sufriera alguna complicación grave. Tres puntos de sutura y hematomas en la nariz y en un ojo son las secuelas de la jugada que le acabó dando un punto al equipo vigués.
De vuelta en casa, Reguero asistió ayer al entrenamiento del equipo que entrena Rafa Sáez, en Fragoselo, donde se ejercitó con sus compañeros, y reconoció que "me asusté en la acción, ya que perdí el conocimiento, pero no recuerdo cómo fue la jugada".
El delantero del Coruxo señaló que "estoy dolorido, pero tengo confianza en una rápida recuperación" y agregó que "estoy agradecido por el interés que han mostrado muchas personas por mi estado". Pese a encontrarse todavía bajo los efectos del fuerte golpe recibido en Guijuelo, Reguero afirmó que "lo importante ahora es ganar el partido del domingo, que es uno de los considerados claves para asegurar la permanencia".
El empate logrado por el Coruxo en tierras salmantinas no le ha servido para salir del puesto de promoción que ocupa actualmente, pero sí para poner tres puntos de distancia sobre el descenso directo y colocarse a sólo uno de la salvación automática.
El equipo vigués tratará de dar ese paso el próximo domingo en O Vao (18:00) ante el Zamora, un duro rival que viene de ganar al Ourense y que todavía aspira a disputar la fase de ascenso. n
