La vertiente política de Pablo Beiro se resume en su acta de concejal, lograda en septiembre de 2011. Iba de número 18 en la lista de Corina Porro a las municipales de mayo de ese mismo año, donde los populares consiguieron 13 ediles, quedándose a las puertas de la mayoría absoluta.
En junio abandonó Porro la Corporación y poco después lo harían también los siguientes, hasta llegar a Beiro, quien sí aceptó tras reconocer entonces su sorpresa por acabar como miembro del ayuntamiento vigués pese a ir tan lejos de los primeros puestos en la lista. Su paso por la Corporación no pasó desapercibido: lo primero fue pedir que se adaptara el salón de plenos a las personas discapacitadas. Hace ya más de tres meses que dejó de aparecer por las sesiones municipales, cuando se agravó la enfermedad que padecía.
Con su fallecimiento, anunciado por el secretario de los populares gallegos en la convención de ayer en Santiago, el PP vigués se planteará cubrir o no su hueco, ya que restan menos de tres meses para que finalice el mandato y un máximo de dos plenos ordinarios, ya sin grandes contenidos.
Si finalmente opta por mantener sus 13 concejales, la siguiente en la lista es una mujer, Carlota Muñoz, quien tendría que asumir su cargo en abril, por lo que apenas estaría unas semanas. n
luto en el deporte vigués
Concejal en Vigo desde septiembre de 2011
