El andén ya estaba vacío

Tito Prieto se dispone a realizar un saque de lateral mientras Abadía espera la recepción tras ser levantado por los compañeros.
photo_camera Tito Prieto se dispone a realizar un saque de lateral mientras Abadía espera la recepción tras ser levantado por los compañeros.

El Vigo Rugby encajó 21 puntos en la primera mitad para perder ante el Uribealdea

Un día cualquiera de domingo, el ciudadano Souto apaga el despertador, da una vuelta de más en la cama escuchando la lluvia matinal y el fuerte viento. A pesar de que la maleta espera con el billete en el bolsillo. La ducha tampoco es rápida y tropieza con la taza al preparar el desayuno. Se deja la cartera en casa y el taxi tarda diez minutos más de lo habitual. 
Ya corriendo y apresurado, baja las escaleras de la estación. Está nervioso porque se le marcha el tren. Tuerce la esquina y el andén es un solar. Completamente vacío. El tren partió a su hora y no llegó a tiempo a pesar de que tenía el billete y la planificación del billete hecha. Perderá el dinero, como ayer el Vigo Rugby perdió contra el Uribealdea. 
Probablemente, la formación de Norm Maxwell no es peor equipo que su rival y, seguramente, tampoco es mejor. Son dos formaciones parejas y que estarán en la zona alta de su grupo en División de Honor B, pero la posición definitiva quedará marcada por los detalles y ayer fue uno de ellos. El equipo vigués salió desnortado al terreno de juego de As Lagoas-Marcosende. Tenía el viento a favor, pero se mostró errático en la primera mitad. Puso todas las ganas del mundo, pero también todos los fallos posibles. Erró hasta en media docena de veces con las manos sin presión, falló laterales a menos de diez metros del ensayo y tampoco estuvo fino para aprovechar los beneficios del viento, a pesar de que soplaba fuerte de sur y de que los vigueses deben estar más que adaptados a esta circunstancia por habitual en el invierno de As Lagoas. 
Lo que llegó antes del descanso fueron tres ensayos del conjunto vasco. Sin un juego espectacular, sin grandes alardes, pero con la serenidad y la eficacia de los buenos equipos. Ver saltar al terreno de juego a la escuadra de Mungia sirve para conocer su juego y, con el oval en marcha, no engañan las impresiones. Son una formación fuerte, de muchos kilos, dura en el contacto y escasa imaginación. Logran su punto por derrumbe y la línea de tres cuartos es más defensiva que atacante. De hecho, así jugaron ayer en As Lagoas. En los primeros veinte minutos hicieron dos ensayos transformados tras largas jugadas de ataque y con los delanteros como claros protagonistas. Después, defendieron más de un cuarto de hora con corrección mientras el Universidade atacaba con corazón y fallaban las manos y las ideas. A falta de cinco minutos, el Uribealdea recuperó el oval y lo hizo para posarlo. Eficacia de rugby de nivel (0-21).
La segunda mitad fue lo anteriormente contado, pero cambiando la interpretación realizada por los protagonistas. Ahora el dominio fue vigués con una posesión casi constante, ataque continuo y dos ensayos, pudieron ser más de no mediar un par de fallos a un metro de posar. Sin embargo, para ganar, el andén ya estaba vacío.n

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