La alcaldesa advirtió de que la propia modificación de las normas subsidiarias -que rigen en urbanismo en Oia- establece un calendario para el desarrollo del monasterio que ahora mismo parece imposible. Dicho programa contempla que en 2018 se haría la urbanización y restauración del monasterio, pero antes, en 2017, se procedería a la construcción de las edificaciones anexas "en función del mercado". Para que en 2018 esté finalizada la urbanización hay que conceder la licencia, dar saneamiento, electricidad y abastecimiento "si no, sería prevaricar, pero no es posible. No tumbamos nada, ningún proyecto empresarial, sólo queremos dar garantías a los vecinos. Entiendo a la propiedad, el plan debería ir adelante, hay inversiones hechas pero hay que defender el Concello", añadió Correa. Insistió en que Oia tiene una población dispersa y pocos habitantes y confía en el respaldo de la Diputación "aunque ha cambiado el sistema de ayudas". El monasterio es monumento nacional hoy BIC, desde 1936.