CATÁSTROFE EN TUI

Las condiciones de almacenamiento apuntan como causa de la explosión

Agentes de la policía judicial de la Guardia Civil trabajan en la llamada “zona cero”.
photo_camera Los equipos de rescate e investigación rastrearon a fondo la "zona cero" de la explosión y las proximidades, donde fue hallado ayer el cadáver de la segunda víctima mortal del siniestro. // JV Landín

Dos muertos y 60 casas arrasadas, balance provisional del estallido del polvorín clandestino de Paramos. Las 33 familias que lo perdieron todo intentan sobreponerse. Cinco heridos siguen ingresados en hospitales de Vigo. Las deficientes condiciones de almacenamiento, probable origen de la catástrofe

La policía judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Pontevedra, encargada de la investigación sobre la explosión de un almacén pirotécnico clandestino en la parroquia tudense de Paramos  y que acabó con la vida de al menos dos personas, estudia si las condiciones de almacenamiento del material pudieron ser el origen de la deflagración.
Durante la jornada de ayer, agentes del Tedax (desactivación de explosivos) del Instituto Armado encontraban entre los escombros de la ya denominada “zona cero”, el cadáver de una segunda persona, un hombre de origen marroquí, y marido de la primera víctima mortal. Mientras, la unidad de criminalística realizaba las tareas de inspección ocular y recogía, según informaron fuentes del caso, restos de diversas sustancias halladas en el lugar donde se situaba el  almacén y que quedó totalmente arrasado. El estado en el que se encuentra el lugar y la zona afectada por la onda expansiva dificultaron las labores de inspección, agravadas por la llegada de fuertes tormentas.
Los análisis de las sustancias, que por el momento no han podido ser identificadas, podrían arrojar luz sobre las causas del incidente. Los investigadores creen las condiciones de temperatura y presión del galpón donde se guardaban los explosivo, teniendo en cuenta la composición de los mismos, no eran las adecuadas para su almacenamiento.  Junto a estos factores, la propia colocación de los proyectiles pirotécnicos  conformarían la mezcla  óptima para la combustión inicial que se extendió en cadena.
El propio ministro de Interior , Juan Ignacio Zoido, aseguraba ayer en declaraciones en Sevilla que se está realizando una “minuciosa” investigación. Aunque por el momento no se han dado datos de la cantidad de explosivos pirotécnicos guardados en el anexo a la vivienda familiar donde ocurrió el suceso, ésta podría ser muy elevada. Los restos de los fuegos y petardos sembraron un radio de cerca de 500 metros alrededor de la vivienda, que pertenece a la familia del detenido Francisco R., dueño de la pirotécnica La Gallega. Francisco R. se encontraba ayer en las dependencias de la Guardia Civil y hoy pasará a disposición del juzgado de Instrucción número 1 de Tui.

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