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La concesionaria renuncia a la gestión del parking del Aral

El alcalde Jesús Almuíña y miembros del gobierno local durante la rueda de prensa celebrada ayer.
photo_camera El alcalde Jesús Almuíña y miembros del gobierno local durante la rueda de prensa celebrada ayer.

La empresa mantiene que lo hará a finales de mes, el Concello advierte de problemas legales

La concesionaria del parking del Aral en Baiona, Sofranda Gestao de Parques S.L., anunció mediante un escrito al ayuntamiento su intención de renunciar a la gestión de las instalaciones por incapacidad de afrontar los compromisos adquiridos, un hecho que tal y como adelantaron en “se hará efectivo el 28 de diciembre “. 
Por su parte, desde el Concello llevarán al pleno del próximo lunes 22 de diciembre la incoación de expediente por incumplimiento de contrato aunque aseguraron que bajo ningún concepto aceptarán que la firma deje de atender las instalaciones “sin más” y que de hacerlo así, se enfrentará a un problema legal con la Administración local por faltar a las obligaciones recogidas en los pliegos de la concesión. El alcalde Jesús Almuíña explicó que no es que se nieguen a la renuncia por parte de Sofranda, sino que “se hará pero respetando los trámites legales”. Mantuvo que en primer lugar y antes de que se desentiendan por completo, el Ayuntamiento tendrá que evaluar el estado general de las instalaciones, así como llegar al acuerdo económico para hacerse cargo temporalmente de su gestión para el que tendrán en cuenta la inversión realizada menos todos los factores relativos a su explotación en los últimos siete años. Una cuantía que Administración tendrá que abonar a la empresa portuguesa. Independientemente del desenlace, Almuíña mantuvo que el aparcamiento no cerrará sus puertas, que seguirá funcionando en manos municipales para comenzar con la elaboración de los nuevos pliegos y sacar a concurso su explotación lo antes posible.
Con la renuncia a la explotación del parking del Aral se pondrá fin a una larga historia de pugnas y faltas de entendimiento entre Administración y concesionaria que acabaron en los juzgados, relacionadas con el presunto bajo beneficio que generan las instalaciones. Ya en 2012 el Concello intentó rescatar sin éxito la concesión por incumplimiento de múltiples cláusulas del contrato, así como el impago del canon, que en la actualidad ronda los 50.000 euros.n

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