El lugar fue descubierto hace más de treinta años junto a la costa
En el año 1983, Antonio Español Gil y Antonio Ferreira Lorenzo, de la Sección Arqueológica de la Agrupación Cultural Guardesa, recorriendo la costa de A Guarda para localizar posibles salinas (piedras exentas o no sobre las que se había realizado un rebaje con bordillo) y situarlas sobre un plano de A Guarda, descubrieron un “enigmático” enlosado en el litoral, cuya mayor longitud se encontraba al sur del puerto, concretamente en O Seixal, pero que se extendía hasta Sollás, y el Puntal, así como en los límites de A Guarda con O Rosal, en su costa norte.
Ferreira Lorenzo, con alumnos de la Academia Ferreira, ese mismo año, realizó la medición de un tramo del enlosado, que superaba los 180 metros de longitud en O Seixal. También su anchura era importante, pues un particular que realizaba una fosa séptica en el interior de un terreno de su propiedad, varios metros separado del sendero, retiró algunas de las piedras supuestamente pertenecientes al enlosado. De aquel descubrimiento de Español Gil y Ferreira Lorenzo, la Agrupación Cultural Guardesa, presidida entonces por José Antonio Uris Guisantes, publicó, en 1984, un tríptico que se distribuyó, como separata, en uno de los boletines que publicaba entonces el colectivo cultural. Antonio Español y Antonio Ferreira, con aportación gráfica, escribieron ese mismo año a distintos museos de Galicia a los que comunicaban aquel hallazgo, y solicitaban una explicación de su posible utilidad, aunque ninguno de los comunicados obtuvo respuesta.
12 años después de aquel descubrimiento, comenzó su excavación. El pasado martes, y durante siete días, bajo la dirección de Mar Cortegoso, la empresa Gabinete de Arqueoloxía de Compostela, a instancias de la Xunta de Galicia, realiza la excavación de una parte de este enlosado con el objetivo de obtener datos sobre la época y superficie que ocupa, entre otros parámetros. n
