Opinión

Define 2022 en cinco palabras

Planteamiento de un twittero a sus seguidores: “Define 2022 en cinco palabras”. Al instante y a golpe de pulgar, aflora la inventiva de anónimos perfiles que se animan a sintetizar con tal estrechez el año que termina. En una primera aproximación se percibe mucho, mucho cabreo y lamentablemente, bastante pesimismo, aunque hay comentarios para todos los gustos.  Agudos, sarcásticos, frívolos, románticos, … : “Vimos cosas que nunca creímos”; “Cada día todo cuesta más”; “Mucha gente ociosa en twitter”; “La guerra civil ya terminó”; “Or-we-liano de cojones”; “Montero sigue siendo ministra todavía”; “Cumplimos dos años maravillosos juntos”; “¿Lo hará bueno el 2023?”; … 
Soy una calamidad para elegir frases ingeniosas. Pero me animo a presentarles cinco, sueltas, sin que haya conseguido que formen una sola frase con sentido.
WORDLE. Es la palabra más buscada en Google en 2022. Pues habrá que nombrarla, aunque más sensible sería a acordarse de la segunda: “Ucrania”, cuya verdadera realidad seguirá proscrita de los medios de comunicación. “Tamara Falcó” es la séptima. Qué le vamos a hacer. 
FUSIÓN. El año acaba con un logro científico histórico que anuncia una energía potencialmente inagotable, barata y limpia resultante de la fusión nuclear. Va a resultar la investigación más eficiente para cuidar el planeta que tirar pintura a un cuadro y pegarse a la pared. Quizá nuestros nietos puedan asistir, al fin, al término de la dependencia energética de teocracias, dictadores o sátrapas que a golpe de petro dólar, sobornos y esclavismo montan unas horteradas de mundiales de mucho cuidado.
INFLACIÓN. Siempre latente, tiempo hacía que no asomaba la cabeza. Se ha convertido en el azote de la clase media española. Repostar gasolina, ir a la compra, encender la luz o alquilar una vivienda se ha convertido en una cuestión dramática para muchísimas familias. Y patéticas, las medidas intervencionistas propuestas por una banda de negados disfrazados de ministros.
NO. “No” es “no”. No dormiría, no pactaremos, no Bildu, no indultaremos, no sedición, no independentismo, no malversación, no referéndum, no interferir en la Justicia. No os quedaréis solos, palmeros. ¿Por qué no hay valor de decir “sí” desde el principio? Pero no “solo sí es sí”, que nos llena las calles de delincuentes. 
ASALTO. A la disidencia, al cuestionamiento, al decoro, a la prensa, a la verdad. A la independencia de la Justicia, a la seguridad, al lenguaje, a los autónomos, a la biología, a la educación, a la historia. Al Exin Castillos, a lo que quieran.
Recompongo para la ocasión: Disfruten lo votado con salud. Feliz año.

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