Todos los años al llegar estas fechas se celebra la fiesta de San Roque San Roquiño, dicen algunos devotos-, como si fuera una manifestación nueva y ya llevábamos los vigueses, antes, gente de sus alrededores acudiendo de siglo en sglo-, a los actos religiosos y cívicos que componen el hecho sorprendente de la devoción al santo do canciño y curador de tantos males que nos suele traer el clima, el uso de nuestras capacidades corpóreas, y que curamos con el afecto del santo y de aquí la gratitud por sanar de nuestras dolencias que superó, solamente con el rezo, la imagen del santo milagreiro aunque las ofrendas van a para al clero que actúa con amor.
A San Roque los vigueses orgullosos le montaron la fiesta, y le dieron este nombre a lo local- por la imagen que tiene en la capilla a la que acudieron los vecinos y los mas lejanos a pedir salud y salud.
No hubo documentos exactos tratando del santo. Siempre se supuso que San Roque era un joven francés de Montpellier, hijo del gobernador, que naciera en 1295 y murió en 1378 más o menos-. O sea, cuando aparece la primera peste negra que llegó de Oriente y arrasó a Europa.
El santo anduvo por Italia, atendiendo a los enfermos, y el mismo también padeció. Y por su virtud, atención y curaciones, llegó a los altares.
En el siglo XV, cuando las siguientes oleadas de peste volvieron, el culto al santo vecino se extendió por Europa y España. Y Vigo El cual creció mucho gracias a las pestes, o por lo menos a su prevención.
Cuando llegó el cólera morbo, el lazareto sito en la Isla de San Simón, que era de jurisdicción viguesa, se creó para tener en cuarentena a navíos que llegaban a a la península´
Esto trajo muchas riquezas y muchos cuartitos y dio mucho renombre a nuestro puerto y a sus gentes. Homenaje que debemos rendir a Don Norberto Velázquez Moreno y a don Nicolás Tabiada Leal (echen un vistazo a las placas de las calles que recuerdan sus nombres), artífices y esforzados luchadores por la causa del Lazareto.
Bueno; de rebote sepamos que San Roque comenzó a ser venerado en Galicia y en España- a partir del siglo XV y, sobre todo, después de 1843.
(Seguiremos con San Roque en la próxima entrega.)