Opinión

Y si no, se lo pedimos a Puigdemont

Óscar Puente estrenó su cuenta de declaraciones como ministro con una boutade sobre el AVE, animando a los vigueses a que si tanto lo desean, lo pidieran como regalo a los Reyes. Como se dio cuenta de que había estado poco afortunado, se dedicó a auto-enmendarse en varias ocasiones, culminando con una perfomance espectacular y por todo lo alto: su llegada a la estación de Urzaiz en el primer tren de alta velocidad, una unidad en pruebas de la serie Talgo Avril, lo que le valió una foto… con los Reyes Magos.

Ayer le tocó el turno real a la vicepresidenta y ministra Teresa Ribera, de Transición Ecológica, que también invocó a los Magos tras la petición realizada por la Xunta de material para poder combatir en el mar la llegada de bolas de plástico, una larga lista que incluye hasta un submarino para descubrir la posición del contenedor perdido por un buque de la naviera Maersk cuando navegaba frente a Portugal. 

Para Ribera, ignoro las razones, se trata de una demanda exagerada. Probablemente, lo sea: porque la crisis de los pélets no es por fortuna ni de lejos comparable al “Prestige”, aunque la cercanía de las elecciones gallegas  va a estirar el chicle hasta donde haga falta y más allá. Pero la Xunta, aunque quizá con algo de retraso, ha hecho una petición fundada y el Ejecutivo deberá decidir si se implica, como debe, o se mantiene al margen. Así están las cosas. 

De momento, Teresa Ribera calificó de “carta a los Reyes Magos” el listado de la Xunta y le han caído palos. Por analogía, me la imagino llegando a Vigo en un submarino emergiendo frente al Náutico. Reconozco que sería impresionante. Y si todo falla, la Xunta siempre se puede apelar a Puigdemont para forzar decisiones del Gobierno. A ese seguro que le hacen caso.

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