Opinión

Uno más para el puzle

Las encuestas, casi todas, coinciden con apenas ligeras variaciones en que el BNG sube y que el PSOE está condenado a ser tercera fuerza. Todas, salvo el CIS -algún día acertará- mantienen que el Partido Popular revalidará su mayoría absoluta en la Xunta y Alfonso Rueda sumará la primera, quinta consecutiva. Hasta ahora, al menos desde los tiempos de Fraga, en el PP tenían claro que mientras el BNG fuera la alternativa, podrían estar tranquilos y los resultados les dieron la razón con la derrota a los puntos en 2005 ante el bipartito de Touriño, justamente con el PSOE al alza y los nacionalistas a la baja. Pero quizá ya no. Por dos motivos: uno, que el BNG hace una campaña nada ideológica -aunque la inició participando activamente en la marcha organizada por Bildu en Bilbao- y dos, que la política de Mr. PS es veneno para las federaciones socialistas por cuanto espanta al votante templado y alienta a las fuerzas más radicales, el puzle incluido dentro del Estado confederado que se está montando a golpe de acuerdos insólitos. El BNG lo ha visto y su lideresa lógicamente apuesta por bajar decibelios para captar votantes de franjas que estaban en la órbita socialista. Los sondeos pueden equivocarse, pero sería excepcional que el dibujo salga de lo trazado, aunque es cierto que la llegada de Mr PS y su avance en las líneas rojas lo ha cambiado todo. Para peor. Que haya un partido circunscrito a Ourense que pueda lograr representación e incluso decidir no es más que la lógica conclusión de todo lo anterior, del todo vale para sumar votos. Lo siguiente sería una agrupación de Vigo, o ya puestos, de Coia o de mi casa. Una vez iniciado el juego, no hay límites.

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