Opinión

Ganó Rueda, perdió el PSdeG y no hubo Galiza

Ganó Alfonso Rueda las elecciones, y además con más votos que Núñez Feijóo al incrementarse la participación, y un porcentaje similar de apoyos. Solo Vigo se salió de la ecuación, pero tampoco resulta una sorpresa: es el municipio más zurdo de Galicia, y con diferencia, donde el PSOE normalmente logra sus mejores resultados en toda España, en algunos casos astronómicos como generales y locales. Y por eso sorprendió, a medias, que el batacazo también alcanzara la primera ciudad gallega. Por dos motivos: porque el alcalde vigués se empeñó como nunca antes en ser protagonista de la campaña como si él mismo fuera el candidato -fotos, apariciones, declaraciones diarias- y todo fue en vano, y por la propia fuerza local de los socialistas, repetida en municipales y generales. 

Todavía hace siete meses el PSOE lograba un gran resultado en Vigo. Y el BNG se hundía, lo que confirma una vez más que nada es seguro, que cada proceso electoral es singular y que en política puede pasar cualquier cosa. Sobre todo si pasa lo mismo que con el PSdeG, que renunció a presentarse como alternativa. En toda la campaña no hizo ni un amago de atizarle al BNG para marcar territorio propio y evitar que la clientela cambiara de acera y se pasara al negociado del BNG. Dio la sensación de justo lo contrario, que en vista de que el PSOE no podía, había que ayudar al Bloque. El resultado es de cajón: si el PSOE renuncia a ser lo que es y se convierte en nacionalistas, los únicos beneficiados son los verdaderos nacionalistas, encarnados en la marca blanca de Ana Pontón. Que no deja de ser la imagen brillante de la vieja U, en la que milita desde que a los 15 años vio la luz de Breogán. El BNG quiere a España fuera y cambiar Galicia por Galiza y el escudo por la estrella.  No pudo ser porque se cumplió la teoría política que mantenía Fraga: cuando la elección es entre una fuerza de centro y otra radical siempre gana la primera. Distinto sería si la alternativa fuera el PSOE, como contra Laxe o Touriño. Así que ganó Rueda y ya es un barón del Partido Popular por mérito propio.

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