El muelle de Areal no es sólo una parte del puerto. Es también, diría que sobre todo, un símbolo del empeño de esta ciudad por dispararse en su propio pie. El asunto está más que contado, pero no ha terminado.
La Autoridad Portuaria ha constatado lo que ya se sabía el día 1: que la construcción del proyecto reducido y sobre pilotes era una salida en falso. Aunque mejor que nada, iba a provocar a corto plazo nuevos problemas. Uno, que la superficie anexa para el movimiento de mercancía es muy reducida; dos, que al haberse descartado los cajones de hormigón la plataforma no está en condiciones de asumir grandes cargas. Y todo para nada: el impacto ambiental es prácticamente nulo, tanto con pilotes como con cajones, con la diferencia de que el método elegido resulta más caro y mucho menos eficiente. Llegando a este punto, el Puerto considera que hay que reconstruir el “insuficiente” Areal , ampliando su capacidad y cambiando la plataforma. La institución ha dado cuenta de todo ello en el Plan Estratégico que está en manos de la comunidad portuaria, que en definitiva tendrá que pronunciarse. Luego, si hay un respaldo unánime, llegará el momento de que los organismos oficiales se pronuncien.
En definitiva, al menos en parte regresamos a la casilla de salida para afrontar un asunto que se convirtió en central en una campaña cansina y permanente basada en sofismas, es decir, en falsedades presentadas ante la opinión pública como verdades. Nada nuevo en Vigo. Continuará...
PD: tal día como hoy se conmemoran 316 años de la Batalla de Rande. Las anclas de los galeones en O Castro deberían ir al Museo del Mar.
