No es fácil decirlo viendo lo que sucede en las 64 guerras existentes que no son objeto de ninguna noticia, ni tan siquiera para recordarnos que hay desplazados, que les falta lo esencial para vivir. Hay personas en distintas ONG’s que jugándose la vida procuran suplir, en lo que pueden, esas carencias. La guerra Ruso-Ucrania no es la principal noticia, sólo la recuerdan algunos medios cómo una noticia no destacada. Sigue habiendo muertos, civiles y militares, destrucción de edificios de toda índole. Todo ha quedado eclipsado por el ataque con muertos y rehenes que Hamás hizo en Israel, el cual respondió rápidamente y ahora nos encontramos con que las imágenes de ataques, muertos, heridos y desplazados los tenemos en primer plano de noticias. La ayuda humanitaria no llega, y de ser los que recibieron el primer golpe cruento y con rehenes, sin distinción de edad, sexo o nacionalidad, han pasado a ser para muchos los verdugos y terroristas. Un ejemplo lo tenemos el español segundo muerto, Iván Illarramendi, desaparecido el pasado 7 de octubre en Israel tras los ataques de Hamás, que se supo por su ADN que lo quemaron vivo junto a su mujer el primer día del ataque de Hamás.
Es bueno recordar la letra de la canción, con censura, de Cecilia: “Mi querida España, esta España mía / Esta España nuestra”. Las preocupaciones básicas de los ciudadanos no son lo primero para la mayoría de nuestros políticos, sólo un ejemplo: Cáritas cifra en más de tres millones de hogares españoles los que se quedan en "pobreza severa" tras pagar la vivienda. Están desde las últimas elecciones enzarzados en luchas por el poder, quizás me equivoque, a dar casi todo lo que piden los que pueden auparlos al gobierno. Curioso que los progresistas estén firmando acuerdos con la burguesía catalana y vasca que pueden perjudicar y discriminar a una mayoría de la ciudadanía española. Cierto que en democracia los pactos están permitidos, aunque estos tienen hasta el momento puntos oscuros.
Hay esperanza, como la dimisión del primer ministro portugués al ser imputado por posible corrupción, los tribunales decidirán, pero su gesto queda ahí, pocos lo hacen. Lo dicho por premier británico en su discurso en la reunión de su partido. Todas las asociaciones de jueces y la de inspectores de Hacienda.
Es bueno recordar la letra de la canción, con censura, de Cecilia: “Mi querida España, esta España mía / Esta España nuestra”. Las preocupaciones básicas de los ciudadanos no son lo primero para la mayoría de nuestros políticos, sólo un ejemplo: Cáritas cifra en más de tres millones de hogares españoles los que se quedan en "pobreza severa" tras pagar la vivienda. Están desde las últimas elecciones enzarzados en luchas por el poder, quizás me equivoque, a dar casi todo lo que piden los que pueden auparlos al gobierno. Curioso que los progresistas estén firmando acuerdos con la burguesía catalana y vasca que pueden perjudicar y discriminar a una mayoría de la ciudadanía española. Cierto que en democracia los pactos están permitidos, aunque estos tienen hasta el momento puntos oscuros.
Hay esperanza, como la dimisión del primer ministro portugués al ser imputado por posible corrupción, los tribunales decidirán, pero su gesto queda ahí, pocos lo hacen. Lo dicho por premier británico en su discurso en la reunión de su partido. Todas las asociaciones de jueces y la de inspectores de Hacienda.
