Opinión

No es por España, ¡es por él!

España no puede ser una nación asimétrica en la que se sacrifique la igualdad entre españoles”. Está es la frase del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, que sintetiza su reciente “declaración institucional”, a la que manifiesto mi total apoyo y respaldo. 
Y es que , el Estado de Derecho es ya una quimera, y el brutal perjuicio a la convivencia entre iguales es ya irreversible. Estamos pasando a toda velocidad de un estado democrático a otro donde el lado oscuro, la impunidad y el libertinaje son las nuevas referencias. 
¿Dónde queda ahora el significado de los valores recogidos en la Constitución de la libertad, la democracia, la igualdad y el propio Estado de Derecho? La demolición de la separación de poderes toma forma en nuestro país por obra y gracia de Pedro Sánchez y un socialismo que calla por... ¿vergüenza?, ¿cobardía? Todo ello con una amnistía para los delitos de corrupción y terrorismo. Pues sí, el acuerdo del PSOE de Pedro Sánchez con Junts y ERC deja impunes los presuntos delitos de terrorismo tanto de los CDR como los del denominado Tsunami Democratic. Y por supuesto, deja impunes también los presuntos delitos cometidos de corrupción, malversación, desobediencia, etc... 
Lo que está aconteciendo en España ya no va de que gobiernen unos u otros. Va de mantener un Estado democrático o que nos deriven hacia un Estado totalitario encubierto de falsa democracia. Va de coherencia, intereses generales, sentido común y responsabilidad de Estado; de que el anarquismo y radicalismo campen en nuestras instituciones públicas demoliendo nuestro estado del bienestar hasta los cimientos. Va de una infinita ambición por el poder que nos retrotrae a las épocas más lúgubres de la historia de nuestro país. 
El lado oscuro de la política está triunfando a base de laminar los derechos recogidos en la Constitución española de 1978. Todo ello conducido por un desprestigiado a pulso Gobierno en funciones y sus satélites. 
Conclusión: España ha entrado en una espiral totalmente demagógica y de la cual ya nadie sabe cómo ni cuándo saldremos. La convivencia entre iguales está rota. La confrontación está servida por políticos irresponsables ávidos de un poder desmesurado. Y el hartazgo y asqueamiento de la sociedad española es de tal calibre que nos puede derivar a escenarios no deseados. Esta es la España que nos está dejando la peor y más nociva clase política jamás conocida.

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