Cartas al director

Condenado a muerte por su propia madre

 A la sentencia del título podíamos añadir que “jaleado y aplaudido por los políticos que tenemos”. Sí, porque estos políticos son los que han despenalizado el asesinato de niños cuando estos no han llegado a nacer todavía, los que promueven y establecen como un derecho esta matanza, los que te someten a algún castigo si osas rezar por salvar una de estas vidas. Estamos acosados por una izquierda radical que es la que gobierna, pero secundado por la acomplejada derecha del PP que, para que no les señalen, sigue el mismo instinto asesino que la izquierda e incluso que el NOM.

Afirmo con Ronald Reagan: “Me he dado cuenta de que todos los que están a favor del aborto, ya nacieron”. Ya les pueden llamar como quieran. Sabemos que los radicales que nos gobiernan deforman el vocabulario a su antojo para hacer creer que lo blanco es negro y eso con la connivencia de muchos medios de comunicación. Llámale “aborto”, llámale “interrupción voluntaria del embarazo”, o llámale “abrazo cariñoso del cirujano”, que ese acto es un asesinato en toda regla. Decía la Madre Teresa de Calcuta: “Si una madre puede matar a su propio hijo en su propio cuerpo, ¿qué razón hay para que no nos matemos unos a otros?

“La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.” San Juan Pablo II. No puede venir ningún redentor de la calaña de Pedro I el mentiroso a decirnos que matar a un niño no es un asesinato; tampoco a decir que ese ser que está en el vientre de su madre, no está vivo o no es humano.