Cartas al director

El asesinato de Miguel Angel Blanco

Veinte años después solo nos enseñan las miserias de una clase política que perdió la conexión con nuestra historia democrática y los mártires caídos en su defensa. Para entregarse al relativismo inmoral y perverso que ETA vendió con ayuda de una serie de cómplices políticos, incluyendo los del todo vale, a costa de secuestrar valores, principios y sentimientos íntimos, tal vez esté aquí hoy reflejada una buena parte del apaño que ETA y sus cobardes colaboradores, han logrado en estos veinte años, bajo su mandra trampa. Ha que perdonarlos e integrarlos, porque ya no matan, pero tampoco dejan vivir en paz.  Y como regalo a su astucia envenenada y camuflada, les permitimos que entraran en las instituciones democráticas, menospreciando a sus víctimas y perdonando a los verdugos de estas. Así  actúan hoy a sus anchas, secuestrando la convivencia en el país Vasco y amenazando también a Navarra.


Ante este incierto panorama nacional y donde aparece hoy aprovechando la ocasión, Cataluña, y que buscando su independencia toma relevancia y recuerdo aquel  espíritu de Ermua que unos recordamos con nostalgia y otros aborrecen y además lo utilizaron llenos de cinismo y rencor, como salvavidas estratégico de sus ataques destructores a nuestra sociedad, produce escalofríos la aptitud cobarde y revanchista de los partidos de izquierda, que a este sainete se presta con la mirada perdida de una derecha cobarde y acomplejada, que les hizo el coro, durante veinte años, con la salvedad de algunos valientes dirigentes del PP vasco, que en su día, denunciaron aquella vulgar entrega. La foto que publica el diario ABC en la página 10 del 10-07-2017, es un retrato hablado de lo sucedido los últimos veinte años, donde los verdugos fueron arropados y ayudados descaradamente por quienes ostentaban el poder allí y en Madrid, mientras quienes se oponían a aquella comparsa entreguista, eran menospreciados, acorralados y silenciados, como sucedió con las Asociaciones de Víctimas dividiéndolas, comprando su silencio y claudicación.


Así consiguieron ETA y sus cómplices poner en práctica el libro blanco, que Zapatero ideó para su blanqueo ideológico. Con la liberación de presos sin terminar de cumplir su condena, los más sanguinarios como Bolinaga, le dio casa por cárcel. Para todos ellos se utilizaron el manoseado salvoconducto de la izquierda. Los derechos humanos ¿alguien le preguntó a Ortega Lara si sus verdugos tuvieron algún gesto humanitario con él, o las casi mil víctimas que salvajemente asesinaron, entre ellas Miguel Ángel Blanco, Ordóñez y otros muchos? Quedó demostrado con el asesinato de Miguel Ángel Blanco que no, y además siguieron asesinando. Mientras tanto, legalizaron Batasuna, su brazo político. Existía en aquel momento una ley de partidos políticos, que lo impedía, pero todo se arregló en el Tribunal Constitucional y ademas se mandó a un emisario de plena confianza a Extrasburgo para complementar y apoyar la doctrina Parot. Este personaje sigue hoy representando al gobierno español, en ese altísimo tribunal internacional. Todo ello formaba parte de la herencia envenenada y del fiel cumplimiento entregada al gobierno del PP, de ella siguen britando hoy incómodos asuntos, que alejaron a muchos votantes. Ojalá sea este el momento oportuno para soltar amarras y echar velas al viento para buscar un nuevo rumbo y destino para el PP y España.


Aquí se debe iniciar hoy un antes y un después para la democracia española, de lo que pudo haber sido y no fue. O veinte años no son nada. Pero si fueron y a ello contribuyó la equidistancia de los dos grandes partidos que deberán reaccionar regenerándose mutuamente para juntos enfrentar esta amenaza que hoy vive nuestra democracia. Con este monstruo destructor de mil cabezas, que propugna la extrema izquierda, los separatistas y Podemos capitaneándolos. Quien esto escribe, vivió en carne propia la gestación y desarrollo de la tragedia, que hoy vive Venezuela, que recuerdo entristecido, luego de mis cincuenta años de emigrante, que sigo luchando y trabajo porque ello nunca llegue a España.
Como no recordar hoy la desesperación y angustia de aquellos paisanos que huían de Cuba, los años sesenta. Procurar que nunca vos suceda esto de ser felices y no saberlo, nuestra respuesta era Venezuela no es Cuba. Hoy aquí se repite la historia escondida en un supuesto asalto, programado por ETA y sus cómplices, entre ellos está Podemos y Pedro Sánchez, en una alianza vergonzoso y suicida. El aviso de Venezuela está presente, pero lo ignoran o juegan con el y España a la ruleta rusa.