Cartas al director

Gracias, Francisco

 Los más de un millón de jóvenes que han acudido a la llamada de Pedro en Lisboa han regresado a sus hogares empapados de una fuerza que les permitirá ser testigos de Jesucristo allá donde se encuentren.
Con sus palabras sencillas, sus discursos concisos, pero contundentes, sin circunloquios, Francisco, el papa de la misericordia, ha emitido mensajes  claros, enraizados con el núcleo del evangelio, animándoles a cambiar el mundo poniendo a Cristo en el centro de sus vidas.
En Lisboa se han dado cita jóvenes esperanzados que, sin duda, han sembrado las semillas de una sociedad mucho mejor, y que se han comprometido a ser apóstoles de Cristo y a dar testimonios con sus vidas.
Gracias Santo Padre por insuflarle esperanza a nuestros hijos, a hacerles sentirse hijos amados de Dios, y hacerles  partícipes de la gran familia que es la Iglesia, una Iglesia en la que caben todos, y que los necesita como la tierra necesita a la lluvia. Gracias, papa Francisco, por acercar a nuestros hijos a Dios. Ha tocado los corazones de nuestros hijos , pero a sus padres también nos ha hecho llorar de emoción y de gratitud.