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Valor etnográfico e histórico del paseo

El puente de Castrelos no cruza el río desde el desvío del cauce en los 70.
photo_camera El puente de Castrelos no cruza el río desde el desvío del cauce en los 70.

Los dos únicos puentes medievales de Vigo atraviesan el río

El valor del río Lagares y su cuenca va más allá del medioambiental. En el recorrido de su paseo fluvial se cruzan por los dos únicos puentes medievales que se conservan en la ciudad. El primero, el de Sárdoma, está en uso desde el siglo XII. Se cree que se levantó sobre un antiguo paso romano. En una desafortunada acción se llegó a asfaltar, pero actualmente esa capa desapareció, dejando a la vista los diez 10 metros de piedra, con dos arcos de medio punto, que cruzan el río.
El segundo puente, el de Castrelos conocido como el “puente romano” se encuentra en buen estado de conservación en las inmediaciones de Balaídos, aunque ya sin uso, al haber sido desviado el cauce del Lagares en la década de los setenta. La longitud es de unos 21,50 metros, presentándo una forma algo apuntada o abombada hacia su parte central. A diferencia del anterior, solo posee un arco de medio punto de unos 5,5 metros de longitud máxima y 2 vanos de descarga.
En la parte final del paseo se encuentra el último resto arqueológico de la senda fluvial. Ocupando gran parte de la Xunqueira funcionaba la conocida como salina de As Rabadeiras. Pasó de ser una pequeña explotación en el siglo XII, a contar con una superficie de 16.000 metros cuadrados a finales del XIX, evolucionando también el proceso de extracción. En 1225 aparece documentación que lo atribuye en propiedad al monasterio de San Salvador de Coruxo.
Los restos que se conservan son del siglo XVII, un muro que cerraba los almacenes de sal, también llamados alfolíes . Con la llegada de la burguesía catalana a mediados del siglo XVII será cuando la industria del salazón reciba un fuerte impulso para el empleo en las fábricas de conservas de sardina.
Más tarde pasarían a ser propiedad del Marqués de Valadares, que a principio de siglo amplió la explotación, comprando tierras a los vecinos.
Estos restos se complementan con el yacimiento romano de Mirambel y su Centro de Interpretación, situado ya en el litoral, en la playa de O Vao.n

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