ENRIQUE MOLEDO Jefe de Cirugía Plástica, Reconstructora y Quemados de Povisa

“Las quemaduras más frecuentes son por descuidos en el hogar, en fábrica se ven menos”

Enrique Moledo, en la Unidad de Quemados de Povisa.
photo_camera Enrique Moledo, en Povisa.

La Unidad de Quemados del Hospital  Povisa atiende entre 200 y 300 pacientes al año, de los que solo un 5% necesitan ingreso. Cuentan con once camas, dos de ellas para aislados. La estancia media de los pacientes que ingresan es de 2 a 7 días, o de dos semanas si es una quemadura que necesita  un injerto.
 

 La Unidad de Quemados de Povisa es de referencia para las provincias de Ourense y Pontevedra, mientras la población del norte gallego acude a la de A Coruña. Povisa creó este servicio a finales de los 70, cuando se registraban accidentes laborales graves en astilleros y conserveras de la comarca. 

¿Cuál es el perfil del paciente que llega actualmente?
El perfil cambió con los años. La prevención de riesgos laborales mejoró mucho las cosas, ya no se ven aquellos accidentes tan graves en las fábricas. Hace muchos años también veíamos quemados graves de accidentes de tráfico. Los coches de ahora cuando se accidentan no arden fácilmente como antes. El perfil básico es la quemadura leve por un accidente doméstico. Los niños que tocan la cocina de vitrocerámica, la plancha o que les cae agua hirviendo, el ama de casa con quemaduras de aceite. Es lo más frecuente. A veces vemos quemaduras en industrias que manipulan compuestos quínmicos que son corrosivos y producen quemaduras por un descuido o una mala manipulación, afortunadamente suelen ser de poco grado. Luego hay otro perfil grave poco frecuente con un gran quemado eléctrico por tocar un cable de alta tensión o por la explosión de butano en una casa, a veces por un intento de suicidio. Es una onda que va a 800 grados y quema todo lo que pilla. En invierno hay además un pico de viejecitos que se queman en la lareira o con la estufa.

¿Estuvieron en alerta cuando explotó la pirotecnia de Tui?
Sí, nos alertaron de que podía haber quemados. No los hubo y eso fue casi un milagro. Por desgracia murieron dos personas.

¿Cuáles son los casos más típicios del verano?
En verano cuando hay incendios  por desgracia siempre aparece algún brigadista o alguna persona que estaba quemando rastrojos. Ahora ya no vemos aquellas quemaduras que había antes en la noche de San Juan. Quedan casos aislados por exceso de alcohol , pero desde que los ayuntamientos controlan las hogueras han bajado mucho este tipo de quemaduras.

¿Les llegan quemados por exposición al sol?
También se mejoró en eso gracias a las campañas de prevención de las quemaduras solares y del melanoma. Los niños ya se protegen con un factor alto y los adultos tienen conciencia de esta necesidad. Pero siempre hay algún turista despistado, el típico que va a Cíes y se cree que por estar nublado no hay que ponerse protección.

¿En este caso deben ingresar?
Si es más de un 50% y están incómodos sí, los ingresamos un par de días para poner tratamiento tópico y que estén más cómodos.

¿Ha evolucionado el índice de mortalidad?
Mejoró mucho. Pero en las quemaduras muy graves, superiores al 50% y de más del segundo grado, los índices de mortalidad se disparan, sobre todo en los extremos de edad, en niños y gente mayor o personas que tienen patología previa. 

¿De qué porcentaje hablamos?
Cuando tiene más del 80% del cuerpo quemado la mortalidad es casi del cien por cien. Con más del 50% depende de la edad y del mecanismo. No es lo mismo que te quemes por una llama, que es más grave, que por una escaldadura.

¿La piel se recupera?
En las quemaduras de primer y segundo grado se recupera completamente. La piel epitaliza, cura  espontáneamente, y durante un tiempo está un poco más roja, pero al pasar unos meses no deja ninguna secuela. Las de segundo grado profundo o tercero sí dejan secuelas, hay que operarlas, retirar toda esa piel y poner injertos y a veces necesitan mucha rehabilitación dependiendo donde estén.

¿De qué parte del cuerpo se extrae la piel para injertos?
Puedes sacarlo de cualquier parte, normalmente es del muslo y a veces en chicas de la nalga para que no se note con el bikini. Se usa un dermatomo, haces un corte muy finito y es como si te hubieras raspado la piel en una caída. En una semana cura y no se nota nada

¿El dolor es un componente importante en las quemaduras?
Paradójicamente duelen las superficiales. Siempre decimos al paciente: ‘si te duele tienes suerte es una quemadura que te va a curar sola’. Las profundas no duelen porque se queman las terminaciones nerviosas y ya no sientes el dolor.

¿Es fácil que haya infección?
La piel es la principal barrera de defensa contra gérmenes y contra todo lo exterior. Cuando eliminas esa barrera parece que tu cuerpo está más predispuesto a infecciones, pero se ven muy pocas, quizá por el cuidado y las curas diarias.
 

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