Reclaman más agentes oponiéndose a cerrar cuarteles como quiere una agrupación profesional
n n n El sur de la provincia de Pontevedra cuenta con 15 cuarteles de la Guardia civil. Un número que se mantiene estable desde los años noventa, década en la que la Benemérita cerró algunas de sus instalaciones menos “operativas”. La Unión de Guardia Civiles considera que este número y la distribución de los mismos están obsoletos. “En tres décadas han cambiado muchas cosas. Hoy en día el tiempo de reacción en un radio de 50 kilómetros es mínimo”, explica un portavoz de esta asociación profesional. Algo que sin embargo no parece convencer a los alcaldes que al unísono defienden mantener los cuarteles donde están y dotarlos de más medios. El plan que proponen es “centralizar el personal y el material para ofrecer un mejor servicio al ciudadano”, aseguran. Muy diferente es la visión de los regidores. Para el de A Cañiza, Miguel Domínguez, donde el cuartel cierra por las tardes por la falta de personal, “es esencial mantener la presencia de los agentes. Hacen una labor que va mucho más allá de la de mantener la seguridad”. En A Guarda Antonio Lomba también defiende la presencia del Instituto Armado en la localidad y recuerda que “la colaboración con la Policía Local es absoluta y hay una gran sintonía con los agentes”. Otro tanto sucede en Covelo, desde donde Pablo Castillo manifiesta que “su sola presencia da seguridad a los vecinos. Sacar servicios esenciales como este del rural es nefasto”. Todos los regidores además parecen coincidir al asegurar que "solo con su presencia hay una sensación de seguridad en las aldeas que se perdería si se cerrasen cuarteles de los municipios pequeños". n
