EEUU insta a Díaz-Canel a atender las necesidades de la población tras jornadas de apagones
Miles de personas se manifestaron el domingo en las calles de varias ciudades de Cuba en contra del Gobierno de Miguel Díaz-Canel tras varias jornadas de apagones y retrasos en la distribución de alimentos básicos.
Los asistentes a las marchas reclamaron a gritos “corriente y comida, libertad, patria y vida” y denunciaron pasar hambre. Tras las imágenes de las marchas, el Gobierno restringía las comunicaciones y cortaba la señal de Internet de la isla, según informaba el portal de noticias cubano 14ymedio.
Díaz-Canel reaccionaba a través de sus redes sociales para señalar que “varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos”, contexto que “se intenta aprovechar por los enemigos de la revolución, con fines desestabilizadores”.
Por su parte, la Embajada de Estados Unidos en Cuba instaba “al Gobierno cubano a que respete los Derechos Humanos de los manifestantes y atienda las necesidades legítimas del pueblo cubano”. “Somos conscientes de los informes de protestas pacíficas en Santiago, Bayamo, Granma y otros lugares de Cuba, con ciudadanos que protestan por la falta de alimentos y electricidad”, indicaba.
Culpas a EEUU
Ante esta declaración, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, criticó la “responsabilidad directa y cruel de Estados Unidos en la aguda situación económica que pesa sobre el bienestar del pueblo cubano”. “El Gobierno de EEUU, en especial su Embajada en Cuba, deben abstenerse de interferir en los asuntos internos del país y de incitar al desorden social. Buscan la asfixia con el bloqueo genocida y, sobre las carencias y dificultades cotidianas que nos imponen, articulan su otra guerra desde las plataformas que dominan y usufructan”, remarcó.
El Gobierno de Cuba convocaba ayer al encargado de negocios de Estados Unidos para trasladarle personalmente su malestar por lo que considera una “conducta injerencista” por parte de la Embajada. Bruno Rodríguez insistió ayer en este tipo de mensajes no cumplen “los estándares mínimos de decencia y honestidad que se esperan de una misión diplomática”. Considera que, si a Washington le preocupara el bienestar del pueblo cubano, levantaría el “bloqueo” y sacaría a La Habana de la lista de patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado.
Así se lo ha trasladaba también personalmente el viceministro Carlos Fernández de Cossío al encargado de negocios estadounidense, Benjamin Ziff, al que se le ha recordado que una Embajada debe abstenerse de comentar “asuntos internos de la realidad cubana”, según un comunicado del Ministerio de Exteriores.
