Al menos 24 militares israelíes murieron el lunes en una zona situada en el centro de la Franja de Gaza tras un ataque con granada propulsada con cohete contra un carro de combate que protegía a un grupo de soldados que estaban colocando explosivos en dos edificios para su demolición y el posterior derrumbe de estas estructuras. El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, explicó que “las fuerzas estaban operando en un espacio que separa localidades israelíes de Gaza, cerca de Kisufim” y agregó que se encontraban “a unos 600 metros de la frontera”.
Así, explicó que estas fuerzas estaban encargadas de “eliminar edificios e infraestructura terrorista” en el área para “crear las condiciones de seguridad adecuadas para el retorno a sus hogares de los residentes del sur (de Israel)”. Hagari manifestó que, según las informaciones disponibles en estos momentos, “una granada propulsada por cohete fue disparada por terroristas contra un carro de combate que daba seguridad a las fuerzas y, al mismo tiempo, tuvo lugar una explosión en dos edificios que se derrumbaron a consecuencia de ello”.
“La mayoría de los militares estaban dentro y cerca de los edificios”, detalló Hagari, que añadió que “los edificios se derrumbaron aparentemente a causa de las minas colocadas por nuestras fuerzas en su interior para derribar los edificios”. “Aún estamos investigando los detalles del incidente y la causa de la explosión”, apuntó, antes de añadir que las fuerzas desplegadas en la zona participaron durante las últimas horas en esfuerzos para rescatar a los presentes y localizar y evacuar a las víctimas, en una operación “muy complicada”.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, si bien las Brigadas Ezzeldín al Qassam, brazo armado de Hamás, publicaron en su cuenta en Telegram un montaje en el que se puede ver un número 20 explotando y numerosos cascos militares en el suelo.
