San Roque es la romería viguesa por excelencia y lo demostró un año más con una asistencia que superó todas las expectativas, imposible calcular una cifra.
Los responsables de la organización, doce directivos de la Irmandade de San Roque y sus colaboradores, descansaban ayer después de tres días de fiesta, pero también de tensión. Luis Estévez, responsable de Cultura, se mostró especialmente satisfecho con la acogida que tuvo Treixadura, el broche de oro del programa: “Fue un lleno absoluto; además el grupo estuvo muy inspirado y resultó un final de fiesta extraordinario,”.
Con el tiempo como aliado, el sol lució todos los días, la procesión volvió a convocar a miles de fieles: “La puerta principal se atascó como cada año desde que yo era pequeño”, reconoce Estévez, que señala que tanto los donativos como las velas al santo estuvieron a la altura de otras ediciones. Entre las novedades de este año tuvo muy buena acogida el concurso de tortillas, por lo que desde la organización apuestan con repetir. “La valoración final es muy positiva, hasta los responsables de los puestos se marcharon contentos con la recaudación”, concluyó Estévez, que junto a sus compañeros descansarán hasta octubre, mes en que iniciarán los preparativos del concurso de villancicos. En enero empezarán con la contratación de orquestas. La hermandad, con 700 socios, cuenta con 60.000 euros para costear el festival de villancicos, las charlas, el certamen Cancións dos Nosos Barrios y la romería.n
