Fútbol

Muere Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol mundial

Beckenbauer levanta la Copa del Mundo del 74, título que volvió a ganar en el 90 como seleccionador.
photo_camera Beckenbauer levanta la Copa del Mundo del 74, título que volvió a ganar en el 90 como seleccionador.
El bicampeón del mundo falleció el domingo a los 78 años rodeado de su familia, que lo anunció ayer

Ni siquiera 78 años de una vida plena pueden abarcar lo inabarcable. La figura de Franz Beckenbauer excede por mucho la duración de una luz humana. Su legado solo es medible en eternidades. Por eso, cuando la llama del legendario futbolista alemán se extinguió el pasado domingo en compañía de su familia, se agigantó el incendio de la leyenda. Un fuego incalculable, inagotable, inolvidable arde ya para siempre en el panteón del fútbol mundial. 

La unanimidad que le señala como mejor jugador alemán de la historia -y eso ya es mucho decir- casi le apunta también como el mejor defensor que jamás pisó un terreno de juego. Levantó el Mundial del 74 sobre el verde tras secar a Johan Cruyff, entonces mejor futbolista del mundo, en una final memorable. Ganó también el del 90 desde el banquillo, dirigiendo una máquina de demolición con su heredero, Lothar Matthäus, como capitán y figuras como Rudi Völler, Andreas Brehme, Jürgen Klinsmann o Andreas Möller camino de la gloria. Dos Balones de Oro (1972 y 1976) están en sus vitrinas junto a tres Copas de Europa, cuatro Bundesligas, cuatro Copas alemanas, una Intercontinental y una Recopa.

Hace falta mucho espacio para guardar sus éxitos materiales, pero no existe ninguno capaz de albergar sus intangibles conquistas. Inventó la posición de líbero, enseñó al mundo que un defensor puede ser el primer atacante de un equipo. Batir líneas con un pase o en conducción era su pan de cada día. La chispa que encendía la estampida. El fútbol moderno antes de la modernidad en el campo y el fútbol clásico en la era del negocio desde los despachos. Beckenbauer impulsó un modelo de cooperativa de jugadores para mantener el Bayern de Múnich lo más cerca posible del césped y lo más lejos que se pudiera de las corbatas. 

A nivel simbólico y para la generación que nació en los 80, el Káiser es un icono muy especial. Nadie de esa edad llegó -llegamos- a verlo jugar en directo, pero todos oyeron -oímos- hablar una y otra vez de él. Para un futbolero de esa edad, Alemania tiene algo místico, terrorífico incluso. Escuchar ese himno era tener claro que una tempestad se iba a desatar y que todo lo que estuviera enfrente no iba a salir indemne. Beckenbauer fue el pionero de ese sentimiento. Su imagen con el brazo en cabestrillo en la semifinal del Mundial del 70 después de que dislocarse el hombro es tan inmortal como él. Alemania perdió con Italia en la prórroga. Franz se ganó al mundo del fútbol. 

Incluso en clave de Vigo deja pegada. Al final de su carrera, compartió vestuario con el vigués Santiago Formoso en la constelación de estrellas del Cosmos neoyorquino. El futbolista olívico recuerda cómo le riñó por beber un refresco de cola. “¿Estás loco? ¡Eso es todo química!”, le abroncó. En su lugar, le dio una cerveza. Encima era un sabio.

El Celta y Rafa Benítez despiden al mito alemán

Como es lógico, el fallecimiento de una figura tan gigantesca como la de Franz Beckenbauer generó reacciones en todos los rincones del planeta fútbol. El Celta no fue ajeno a ellas y envió sus condolencias ayer a través de sus redes sociales. “Hoy nos ha dejado una leyenda del fútbol. Descanse en paz, Franz Beckenbauer”, expresó el club en un escueto mensaje. 

 

 

Más emotivo se puso Rafa Benítez. El técnico madrileño no usa con demasiada frecuencia su cuenta de Twitter, sin embargo ayer fue uno de los primeros en reaccionar a la muerte de la leyenda alemana, “un ídolo de juventud” para él. El entrenador del Celta destacó que tuvo “la suerte de conocerlo en Múnich", además de enviar sus condolencias a “su familia y amigos”. Benítez concluyó su mensaje con un sentido “RIP, Káiser”.

Los pésames del Celta y de su entrenador fueron solo dos más en la ingente cantidad que circuló ayer. El FC Barcelona envió sus condolencias a través de un tuit y el Real Madrid incluso publicó un comunicado. Futbolistas como Sergio Ramos, que agradeció a Beckenbauer su papel de “precursor” para todos los defensas, hicieron publicaciones a través de sus redes. Como es lógico, el Bayern de Múnich y la Federación Alemana se volcaron. Todo reconocimiento es poco ante tanta grandeza.

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