Un gol de Galarza en el minuto 94 permitió al conjunto amarillo no volver de vacío del campo del penúltimo y equipo con menos victorias
No es Ainoa Galarza una reputada goleadora. Ni mucho menos. La labor de la viguesa está más relacionada con evitar goles que con meterlos. Sin embargo, el fútbol guarda momentos bonitos y su oscura labor de tantos años encontró la luz ayer con un tanto en el minuto 94 que sirvió a la UD Mos para rescatar un punto en Gijón.
El gol postrero, en una subida a la desesperada, fue muy celebrado por la situación y el contexto. Sin embargo, no es un buen empate desde un punto de vista objetivo. La UD Mos, que desde el minuto 26 por un gol de la local Calvante, sufrió más de lo que cabía esperar contra el penúltimo clasificado y equipo con menos victorias de la competición (3).
Con todo, la escuadra amarilla apretó en la segunda parte y gozó de alguna ocasión para haber equilibrado antes. No lo hizo y Galarza fue heroína por un día.