Paula Carballido firmó la posta más rápida del relevo español de 4x200 libre en Sydney 2000

200 metros irrepetibles

La nadadora, antes de viajar a Sydney en el año 2000.
Paula Carballido era muy joven –apenas 21 años– cuando acudió a los Juegos de Sydney 2000 como parte del equipo de natación español, con el que compitió en el relevo 4x200 libre, y recuerda aquella aventura 'con mucho cariño porque participar en unas Olimpiadas es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista de cualquier especialidad'.

La nadadora ourensana, única gallega en un cuarteto completado por las catalanas Laura Roca, Ángeles Bardina y Natalia Cabrerizo, no se dejó amilanar por las circunstancias. Señala que 'estaba muy nerviosa porque era la primera vez que competía ante diecisiete mil espectadores, que era el aforo total de la piscina, pero dentro de lo que cabe salió muy bien porque batí mi propia marca e hice la posta más rápida del relevo'.

El equipo de 4x200 femenino quedó fuera de los Juegos en las eliminatorias –en el puesto decimotercero, con un tiempo de 8:13.82–, pero no hubo lugar para la decepción porque 'nos habíamos clasificado quintas en el Campeonato de Europa de Helsinki de ese mismo año, que fue donde conseguimos la mínima, y en unos Juegos si no estás en los primeros puestos mundiales es muy difícil poder aspirar a una medalla'.

Además, cuando terminó la competición, Paula comenzó unas vacaciones deportivas inolvidables. 'Desde el momento en que llegué hasta que me marché, seguía sin creerme que estaba participando en unos Juegos. Durante un mes estuve en una nube de la que no quería bajar y llegar a España fue como volver a la realidad', explica la nadadora, que resalta que 'me gustó mucho el tipo de compañerismo que hay y ver como gente normal a deportistas que siempre has idolatrado'.

Entre los participantes de aquella edición con los que llegó a coincidir, destaca a 'Maurice Greene, que batió el récord de los 200 metros lisos, y a deportistas españoles que veías por la tele como Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez o el equipo de balonmano'.

La experiencia de Sydney estimuló a Paula Carballido para intentar volver a unos Juegos Olímpicos, algo que estuvo a punto de repetir cuatro años después, en Atenas, pero las lesiones se cruzaron en su camino. 'En las Navidades de 2003, me tuve que operar del hombro porque tenía rotas las fibras del tendón. De aquella intervención me recuperé bien e incluso batí un récord de España después, pero en junio de 2004, cuando me estaba preparando a fondo para Atenas, mi mano derecha dijo basta. Llevaba arrastrando una lesión desde 1999 en el escafoides y esta vez me tuvieron que operar, con la mala suerte de que la mano no quedó bien y ahora tengo una minusvalía'.

De esa manera concluyó la carrera deportiva de la nadadora gallega, que desde entonces ha llevado a cabo diferentes actividades, desde dar clases de natación a bebés hasta trabajar en el Ayuntamiento de Ourense, pero todavía recuerda aquellos 200 metros de Sydney. n

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