Opinión

Cayendo sin red: septiembre 2020

Han pasado ya 14 meses desde mi último artículo de opinión. Lo titulaba “El PP de Vigo, sin frenos y a lo loco”. En él ahondaba en la deriva que había precipitado al fango a un Partido que antaño gozaba de una aceptación, más que razonable, entre el electorado de esta gran ciudad que es Vigo.

La pérdida de confianza en esta conformación política es debida, bajo la opinión del que suscribe y, de una multitud de personas de mi entorno, al gran desacierto en la elección del-a candidato-a para la ciudad más industrial de Galicia.

Vigo tiene una conformación social muy interesante. En unas pocas calles próximas al centro financiero, junto con la parte inferior del monte del Castro, se
establece el núcleo clásico de alto poder adquisitivo. Desde el resto de los puntos cardinales de la ciudad se extienden barrios de gente emprendedora, me consta que muy trabajadora, realista y realmente práctica, que sabe lo que su ciudad necesita.

¿Qué quiero decir con esto último? El perfil de la persona alcaldable debe ser el de un gran vigués/a, no precisamente de nacimiento, sino de cabeza y de corazón.
Necesitamos a alguien que sienta, defienda y presuma de esta ciudad. Son claros los atributos que la hacen grande, entre muchos destacaría cómo más atractivos:  
- Este cálido clima durante todo año, a mí parecer sin sobresaltos, aunque los meteorólogo/as insistan con mapas repletos de nubes entre otoño y primavera. 
- Unas increíbles vistas desde cualquier esquina, y entre las que destacaría esa belleza que es contemplar la mar en calma. 
- La satisfacción de callejear y descubrir pequeños rincones, que hasta con sus cuestas se hacen entrañables. 
- Esa gastronomía envidiable que siempre echamos de menos.  
- Nuestras playas, las puestas de sol incomparables y las Islas Cíes, qué decir de ellas que no nos haya evocado ya leer su nombre.

Con todo esto quiero decir que el/la cabeza de lista no puede mirar por encima del hombro a ningún/a ciudadano/a. No debe alejar el centro de su perímetro. Atender a todo el mundo sin delegar en nadie debe ser la estrategia principal. A la gente de Vigo le gusta ser escuchada y, sobre todo, le interesa aquel/la que le resuelva sus problemas. Cumpliendo estas premisas tendremos al eterno/a ganador/a, como resulta estar siendo el actual alcalde. Esta es mi reflexión, porque nos podrá gustar más o menos Abel Caballero o las siglas en las que milita, pero él "siempre está"... esa es la realidad que vemos todos/as. 

Quería aprovechar estas líneas para decirle:
 - A el/la candidato/a del PP (los medios ya han aireado que habrá otro cambio): “Mira a las bases, pero hazlo cara a cara, reflexiona sobre todo lo que habéis ido perdiendo por el camino, trata de entender qué es Vigo y qué necesitan sus ciudadano/as, copia a aquellos/as alcaldes/as que dieron esplendor al PP local, a aquellos/as que se paraban por la calle, que escuchaban a todoas las generaciones y trataban de resolver los problemas de lo/as conciudadano/as que moran más allá de la Gran Vía”. 
- A la Dirección regional PP: “Analiza a la gente que conformó listas pasadas, con toda seguridad en ellas aparecerá alguien que sí sabe lo que es Vigo. ¡Si una persona desde la sombra ha trabajado duro para conseguir sumar votos, que tan bien lo podría hacer desde las tablas! Hoy Vigo lo tenéis perdido y, aunque Abel Caballero no hace nada que no esté ya inventado, no tiene con quién competir, tiene el monopolio político de esta urbe”.

Estos son los ingredientes que tenemos. Para elaborar un buen guiso, habría que mejorar la receta. Nada de exotismos por favor, solo se necesita materia prima de calidad, de esa que gusta en los hogares de los 28 códigos postales de la ciudad.

(*) Empresario

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