Opinión

Nacionalismos

Mientras el Oriente Medio está en llamas y el brote del temido virus Ébola asoma otra vez amenazando una nueva epidemia mundial, Europa acaba de rememorar el comienzo de la primera gran guerra mundial que causó la muerte de casi 60 millones de vidas. Al finalizar la contienda y jurar ‘nunca más’, 20 años más tarde, Adolf Hitler,  un psicópata nada menos que austriaco, junto con su colega ruso Stalin volvieron a abrir las heridas entre europeos y el resto del mundo en otra guerra que se saldó con aún más víctimas mortales. ¿Pero por qué el título de este artículo? Porque ambas guerras fueron causadas originalmente por movimientos nacionalistas.
 Aunque ya en el siglo XXI, con la alianza de una Europa unida jamás conseguida en los últimos siglos, la pregunta sigue: ¿estamos ante nuevos retos similares de reivindicaciones separatistas en todo el continente europeo? En una entrevista en la BBC, Karl von Habsburgo, el nieto de los últimos emperadores Habsburgo de Austria y bis-sobrino del Archiduque Franz Ferdinanz asesinado en Sarajevo en 1914 que dio comienzo a la primera contienda dijo que le daba pena ver el resurgimiento de los nacionalismos en Europa. Agregó, ‘los que vivieron esos nacionalismos ya no están aunque espero que la mayoría de los países sabrán reaccionar ante este dilema.’ ¿Alguien está escuchando? Dentro de 5 semanas se abre el primero de la lista.
Los escoceses irán a las urnas a decidir el futuro de ‘su nación’ en un referéndum que será el primero desde el principio de esa unión desde el famoso tratado llamado ‘Tratado de Roma’ firmado el 25 de Marzo de 1957 entre Alemania Occidental – aún estaba por caer el muro de Berlín – Francia, Bélgica, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. La prestigiosa revista ‘The Economist’ del Reino Unido publicó hace unas semanas un informe completo de las ventajas y los pormenores de este referéndum escoces que es digno de estudio por parte de todos los movimientos que en estos momentos están y podrán estar en marcha en Europa. Los detalles son demasiados para poder condensar en este artículo pero suficiente con mencionar que una vez otorgado la independencia, si es que gana el ‘si’ una gran serie de negociaciones de todo tipo tanto nacional como internacional se pondrían en marcha que tardarían años en concluir. Checoslovaquia se separó en 1999 en dos países, Eslovaquia y el País Checo. Aún siguen las negociaciones por la división, ejemplo: ¡Las reservas de oro! He seguido de cerca el movimiento separatista de Cataluña y les aseguro que en ningún momento he leído o escuchado en tertulias ni el 10% de lo que menciona la revista de las posibles repercusiones de independencia. ¿Pero qué pasa en el resto de Europa? Tenemos a Bélgica en constante lucha entre el norte de Flandes y el sur de Valonia, Italia con el Tirol del Sur pidiendo más de lo mismo, sin olvidarnos de Córcega en Francia. Peligro: la ultra-derecha nacionalista de Le Penn, como ‘Podemos’ – ambos nacionalismos enmascarados - ganan afiliados todos los días. ¿Y Ucrania? ¿Es el estado de guerra civil de esta nación un aviso a navegantes de lo que podría ocurrir si los movimientos nacionalistas antes mencionados se vuelven violentos? Regresemos a lo de Escocia. Hay que añadir el ascenso del partido nacionalista ingles de ultra-derecha, UKIP que esta ganado afiliados con el eslogan de ‘Salgamos de la Unión Europea’. 
Cuando este tsunami británico termine y murió el Reino Unido pienso solicitar la nacionalidad gallega. Sería un interesante dilema para los nacionalistas gallegos. ¡Qué hacer con un gales/escoces ‘sin papeles’!

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